Una pifia histórica e impensable. Hasta ahora, el Baskonia podía presumir de ser el único equipo junto al Barça que había disputado el play off desde la llegada de la ACB hace más de 40 años.
Siempre en las eliminatorias por el título. Un fijo. Sin embargo, su más que irregular temporada en el campeonato doméstico le ha dejado fuera de los cruces por primera vez en la historia. Un borrón. De enormes dimensiones además para un club con la exigencia del azulgrana.
Y es que el fracaso consumado en la ACB tras caer frente al Real Madrid no tiene precedentes. La escuadra gasteiztarra, cuarto presupuesto de la liga Endesa, no ha sido capaz de acabar entre los ocho primeros.
A todo ello, hay que añadir que este más que discreto curso en los torneos organizados por la ACB, también se ha vuelto a quedar fuera de la Copa del Rey.
Eso sí, esta ausencia ya no es tan novedosa como la que se acaba de producir en el play off. Buena prueba de ello es que el Baskonia ya ha visto el torneo del KO por televisión en tres de las últimas cinco temporadas.
Sin embargo, su ausencia del play off liguero es más dolorosa aún habida cuenta de que son 34 las jornadas que hay para poder enderezar un discreto inicio de Liga. Este curso, el Baskonia no lo ha hecho.
Balance con Peñarroya: 4-3
La escuadra azulgrana no ha sido capaz de enderezar un rumbo que ya empezó torcido desde septiembre. La falta de confianza en Peñarroya acabó con el cese del preparador catalán a finales de octubre. Esta vez, el entrenador azulgrana fue despedido de su puesto antes del habitual y fatídico mes de noviembre.
Con el de Tarrassa al mando, la escuadra gasteiztarra presentaba un balance en la Liga ACB de 4 victorias –Breogán, Granada y Zaragoza a domicilio y Bilbao Basket en casa–, y tres derrotas tras haber sucumbido frente al UCAM en Murcia, Unicaja en el Buesa y Andorra en el Principado, el que fue su último partido y donde se pudo ver una de las imágenes más tristes del Baskonia en los últimos años.
Y es que el cuadro azulgrana afrontaba ese choque con tan solo nueve jugadores al estar lesionados Dani Diez, Rogvakopoulos y Khalifa Diop. Bueno. Eran ocho en realidad ya que Mannion sí que fue inscrito pero no llegó a disputar ni un minuto debido a sus molestias.
Pues bien, como dice el refrán de a perro flaco todo son pulgas, los problemas fueron en aumento ya desde los primeros compases del duelo. Un renqueante Moneke tan solo duraría 9:06 minutos en pista, mientras que Howard no llegó ni a eso tras tener que abandonar la pista con 7:45 tras caérsele encima Maric. Estas dos bajas dejaron a Peñarroya con tan solo seis jugadores sanos –Codi, Marinkovic, Raieste, Tadas, Costello y Kotsar–, que tuvieron que darse una infructuosa paliza.
Tras la derrota ante los de Natxo Lezkano, la llegada de Ivanovic no sirvió para enderezar de inicio el rumbo en la ACB, algo que el balcánico sí que había conseguido en la Euroliga.
El de Bjelo Polje se estrenó con derrota en casa ante el Gran Canaria y siguió con un segundo tropiezo en Santiago frente al Obradoiro, con lo que el Baskonia enlazaría una racha de cuatro derrotas seguidas, dos con Joan y otras dos con Dusko, que dejaban el balance en esos momentos en cuatro victorias y cinco derrotas.
La situación para la Copa ya empezaba a complicarse y al final no consiguió entrar en la cita de Málaga tras caer en la última jornada de la primera vuelta de la ACB en el Buesa ante un Real Madrid que se ha convertido en el auténtico verdugo de la escuadra azulgrana.
Los blancos han sido los encargados de cercenar las opciones en el torneo del KO primero, en el play off de la Euroliga después y por último en la competición de la regularidad.
La trayectoria con Dusko: 14-13
Y es que el balance firmado por Dusko Ivanovic desde que asumiera las riendas del equipo a finales de octubre no ha sido suficiente. Con el técnico montenegrino a los mandos, el Baskonia tan solo ha sido capaz de ganar 14 de los 27 partidos de la liga regular, mientras que ha caído en los 13 restantes.
Unos registros más bien discretos. Mucho. De hecho, el balance final del Baskonia así lo confirma. Y es que con 18 partidos ganados al término de la liga regular y con 16 derrotas, el cuadro azulgrana iguala su peor trayectoria desde que la ACB está compuesta por 18 equipos.
Desde el curso 96-97, en el que se instauró el actual sistema de competición, el cuadro vitoriano tan solo había terminado con este balance en una ocasión. Lejos de los números logrados la pasada campaña con Peñarroya cuando se alcanzaron las 28 victorias en la fase regular o en la campaña 2008-09, en la que el Baskonia alcanzó también los 28 triunfos aunque esa vez en solo 32 jornadas.
Ahora vuelve a quedarse en solo 18, como ya hiciera también en la campaña 2002-03 de nuevo con Ivanovic a los mandos, aunque en aquella ocasión al menos ese registro le sirvió para colarse en el play off tras acabar sexto. Esta vez ni eso. El Baskonia ha sido noveno, su peor clasificación en la era moderna.
Sin defensa ni fondo de armario
Han sido muchos los males que han llevado al Baskonia a firmar esta más que irregular temporada. La defensa ha sido un mal endémico. Buena prueba de ello es lo sucedido en esta última jornada frente al Real Madrid en el que encajó 106 puntos.
El Baskonia ha sufrido en defensa hasta el punto de ser el equipo que más puntos ha encajado de la ACB con una media de 88,3 puntos
Lo sucedido ante un gigantesco equipo como es el blanco no ha sido algo esporádico. Buena prueba de ello es que el Baskonia ha encajado la friolera de 88,3 puntos por partido. Demasiados.
Un equipo volcado con el triple ha acusado siempre la falta de fondo de armario. Mannion ha sido un fiasco y sus sutitutos, Chiozza primero y un Theodore que se unió después, no han proporcionado minutos de calidad a un Codi Miller-McIntyre que ha estado soberbio.
También la falta de un pívot dominante ha lastrado al cuadro azulgrana. Hasta su lesión en febrero, Khalifa Diop jugaba poco y después no tuvo recambio, lo que provocó una rotación muy corta que se empequeñeció aún más en estas últimas semanas.
Y es que Ivanovic se ha rodeado de un núcleo duro muy reducido. Una guardia pretoriana que ha ido a menos en este último mes tras la lesión de Moneke.
Un contratiempo más para un Baskonia que tras vivir todo el curso en el alambre al final ha acabado despeñándose y se despide de la competición por primera vez en la historia antes de arrancar el play off. La temporada ha acabado el 12 de mayo. Un fracaso en toda regla que es el preludio de un verano movido.