El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha vuelto este lunes a pedir que se prohíban las entradas de ciudadanos rusos en países de la Unión Europea, salvo excepciones justificadas.

"Esto es una guerra rusa cien por cien, no la guerra de Putin solo. Esa gente (la población rusa) ha elegido a esa persona (Vladimir Putin). Esa gente no opone ninguna resistencia a lo que él está haciendo", alegó Zelenski.

El mandatario ucraniano respondió así, durante su intervención telemática desde Kiev en el 'Foro Estratégico' que se celebra en la ciudad eslovena de Bled, a una pregunta sobre la posibilidad de sancionar a una amplia parte de la ciudadanía rusa por la invasión de Ucrania.

Zelenski aboga por que los visados de entrada en la UE sean concedidos únicamente a los rusos perseguidos por sus posturas políticas, los que piden asilo o los que defienden la paz.

"Los que van a la UE para hacer negocios, para hacer turismo, familias ricas que envían a sus hijos a la UE para estudiar, los que compran inmuebles y compañías... Ellos no deberían tener la posibilidad de propagar su influencia", alegó.

Argumentó que aparte de la cúspide estatal, hay miles de otros ciudadanos rusos que como mínimo guardan silencio frente a la agresión rusa contra Ucrania, mientras que otros apoyan la guerra, propagan el odio o participan directamente en la matanza de ucranianos.

Zelenski volvió a denunciar que Moscú no tiene intenciones de negociar la paz, ni un alto el fuego, y que su país seguirá luchando hasta poder restablecer y garantizar su integridad territorial y libertad.

Varios gobernantes de la UE se han manifestado a favor de prohibir la concesión de visados para los turistas rusos, un asunto sobre el que, aunque de momento no hay consenso, será debatido en el consejo informal de Exteriores que comienza mañana en Praga.

La República Checa, que este semestre ostenta la presidencia rotativa de la UE, se encuentra entre los socios a favor de restringir los visados al máximo para los rusos, mientras que otros, como Alemania, están en contra de esa medida.

Ambas posturas fueron confirmadas hoy en Praga por los jefes de Gobierno de los dos países.

"Estamos convencidos de que es necesario enviar una señal clara a la sociedad rusa", dijo el primer ministro checo, Petr Fiala, al explicar en Praga el objetivo de la restricción que pide para los viajeros de Rusia.

Lo hizo tras reunirse con el canciller federal de Alemania, Olaf Scholz, y delante del mismo en una rueda de prensa conjunta en la que el líder germano dejó claro que no apoya la medida.