La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, advirtió este jueves de que los precios se disparan por la guerra en Ucrania, pero no da más pistas de cuándo concluirá las compras de deuda, ni de cuándo subirá los tipos de interés.
En una rueda de prensa virtual, Lagarde dijo que la subida de los precios se ha expandido a muchos sectores porque la guerra ha disparado el coste de la energía y por ello el BCE también pronostica que los salarios subirán, aunque de momento se mantienen contenidos.
EL BCE DEJARÁ DE COMPRAR DEUDA EN EL TERCER TRIMESTRE, PERO NO DICE CUÁNDO
Debido a la fuerte subida de la inflación, el Consejo de Gobierno del BCE confirmó que concluirá las compras de deuda en el tercer trimestre del año.
"La inflación ha aumentado significativamente y continuará siendo elevada durante los próximos meses" por la energía, prevé el BCE.
Lagarde dijo que es muy probable que las compras de deuda terminen en el tercer trimestre, que "podría ser pronto, o podría ser tarde, el tercer trimestre tiene tres meses".
Las próximas proyecciones macroeconómicas, de inflación y crecimiento de junio, permitirán al Consejo de Gobierno decidir el momento en el que concluir las compras de deuda.
El BCE mantuvo el tipo de interés de las subastas semanales en el 0 %, el de la facilidad marginal de crédito en el 0,25 % y el de la facilidad de depósito en el -0,25 %.
Y reiteró que subirá los tipos de interés transcurrido algún tiempo desde el final de las compras de deuda y que lo hará de forma gradual. Pero en la rueda de prensa Lagarde tampoco ha dado más pistas de cuándo podría ser ese momento.
LOS PRECIOS SE DISPARAN
La inflación se disparó en marzo en la zona del euro hasta el 7,5 %, desde el 5,9 % de febrero.
Los precios de la energía han subido mucho desde el estallido de la guerra y ahora son un 45 % más elevados que hace un año y son la principal causa de la elevada inflación en Europa, que depende mucho del gas ruso.
Algunos indicadores sugieren que los precios de la energía van a seguir elevados a corto plazo. Lagarde también advirtió de que un "boicot abrupto de la energía rusa tendría un impacto significativo en la zona del euro".
De hecho, en una reunión sobre la situación en el sector de los hidrocarburos rusos, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, afirmó que Europa ahora mismo no tiene la posibilidad de sustituir el gas ruso.
Y acusó a la Unión Europea de desestabilizar el mercado y de provocar subidas de precios con su debate sobre un embargo al petróleo y el gas rusos.
Los precios de los alimentos también se han incrementado con fuerza por los elevados costes de transporte y de producción, y por los precios más elevados de los fertilizantes, en parte, por la guerra en Ucrania.
EL CRECIMIENTO VA A SER DÉBIL POR LA GUERRA
La presidenta del BCE pronosticó que el crecimiento de la zona del euro va a ser débil debido a la guerra en Ucrania.
"Varios factores apuntan a un crecimiento lento también en el periodo por delante. La guerra ya pesa en la confianza empresarial y de los consumidores", por la incertidumbre que conlleva, dijo Lagarde.
También destacó que "la guerra ha creado nuevos cuellos de botella, al mismo tiempo que una nueva serie de medidas contra la pandemia en Asia contribuyen a las dificultades en la cadena de suministro".
EL BCE VA MÁS DESPACIO QUE OTROS BANCOS CENTRALES
El BCE normaliza su política monetaria, pero lo hace más despacio que otros bancos centrales, que ya han subido sus tipos de interés y van a reducir sus balances.
Esta semana, el Banco de Canadá subió sus tasas en medio punto hasta el 1 % y dijo que las subirá más y que va a reducir su balance rápidamente.
La Reserva Federal (Fed) también ha dicho que está preparada para reducir su balance y para subir los tipos de interés de forma más agresiva, en 50 puntos básicos, lo que contribuye a la apreciación del dólar.
El debilitamiento del euro también intensifica más la subida de los precios de la energía y otras materias primas.
Lagarde dijo que la economía de la zona del euro no es comparable a la de otras regiones y que la reducción del balance "es la parte final del viaje", pero la zona del euro no está ahí todavía.