- Las relaciones entre la Unión Europea y el Reino Unido no pasan por su mejor momento. La base de la discrepancia se centra en el protocolo para Irlanda del Norte derivado del acuerdo del Brexit, a lo que añadir en los últimos días las disputas entre París y Londres por las licencias de pesca. En ese conflicto, el Gobierno de Boris Johnson achaca gran parte de la culpa a la actuación de las autoridades comunitarias.
Así, David Frost, negociador británico para el Brexit y miembro del Gobierno del Reino Unido, ha acusado a la Unión Europea (UE) de haber “destruido el consenso entre comunidades” en Irlanda del norte al insistir en aplicar el acuerdo que entró en vigor en enero sin las modificaciones que exige Londres. En un documento publicado ayer por el influyente grupo de pensamiento Policy Exchange, Frost argumenta que la UE no ha tenido en cuenta las “enormes sensibilidades políticas, económicas e identitarias” que supone poner en práctica el llamado Protocolo para Irlanda del Norte, pactado entre Londres y Bruselas.
Ese texto establece controles a las mercancías que entran a Irlanda del Norte desde el resto del Reino Unido a fin de permitir que la frontera con la República de Irlanda continúe siendo invisible, tal como exigen los acuerdos de paz de 1998.
El Reino Unido argumenta que esos arreglos provocan demasiadas fricciones, por lo que exige renegociar el protocolo. Bruselas ha ofrecido reducir en un 80% los controles, pero Londres quiere que también se rebaje el papel del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) en disputas comerciales y matizar la obligación de que la provincia británica cumpla ciertas directivas comunitarias.
Frost fue precisamente el negociador británico que selló el actual protocolo, pero argumenta que cuando tomó el mando del diálogo, en 2019, al llegar Boris Johnson a Downing Street, había heredado del Gobierno anterior una posición de “extrema debilidad” ante la UE. “Nuestras bazas negociadoras habían quedado recortadas” por el Parlamento, que había limitado la posibilidad de amenazar con una salida sin acuerdo.
En el otro lado de la balanza, el vicepresidente de la Comisión Europea (CE) para Relaciones Interinstitucionales, Maros Sefcovic, advirtió ayer de que el Reino Unido se está decantando por la “confrontación” para solucionar los problemas que ha creado el Brexit en Irlanda del Norte. En consecuencia, el dirigente comunitario declaró estar “profundamente preocupado” por este giro, según escribe en un editorial publicado ayer por el diario The Telegraph.
En el texto, Sefcovic, al frente de las negociaciones del Brexit, recordó que Bruselas ha presentado un “sólido paquete de soluciones” que tienen “potencial para arreglar” los desafíos que presenta el controvertido Protocolo para Irlanda del Norte. “Esto se hizo de buena fe y estoy trabajando las veinticuatro horas del día para lograr un acuerdo con el Gobierno del Reino Unido que ofrezca la estabilidad, certeza y previsibilidad que se merece Irlanda del Norte”, expuso el político eslovaco.
Sefcovic responde así a la posición adoptada por Londres en las últimas semanas, a la que se une el documento de David Frost .
“Me preocupa cada vez más que el Gobierno del Reino Unido se niegue a comprometerse con esto (a negociar) y se embarque en un camino de confrontación”, aseguró Sefcovic. El comisario europeo subrayó que la “paz en Irlanda del Norte” es “demasiado valiosa” como para “ponerla en riesgo”.
Ahora, después de dos rondas de diálogo, en las que no ha habido avances significativos, los negociadores de ambos lados volverán a retomar sus contactos esta misma semana en Bruselas.
“La Unión Europea ha destruido el consenso entre comunidades en Irlanda del Norte”
Negociador británico para el Brexit
“Me preocupa que el Gobierno del Reino Unido se embarque en el camino de la confrontación”
Vicepresidente de la Comisión Europea