- La Comisión Europea (CE) amenazó ayer con suspender los visados a los ciudadanos de Bielorrusia si las autoridades de ese país no cambian de actitud con respecto a Lituania.
La crisis entre Lituania y Bielorrusia se abordó en un debate en las comisiones de Libertades Civiles y de Exteriores de la Eurocámara, en el que participó la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson. “Como responsable de visados, estoy lista para tomar acciones de suspensión de visados contra Bielorrusia”, indicó la comisaria, que reconoció que aunque Bruselas quiere mantener los contactos con los ciudadanos bielorrusos, no descarta utilizar la baza de los visados si fuera necesario. “Hay que estar preparados para utilizar todas las herramientas a nuestra disposición. Los migrantes no pueden ser utilizados con objetivos políticos”, advirtió la comisaria.
En el debate participó también la ministra de Interior lituana, Agne Bilotaite, quien acusó al régimen del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, de utilizar a miles de migrantes “como un arma”.
La ministra ofreció cifras que muestran que el número de llegadas de inmigrantes irregulares a su país se ha multiplicado en el último año, pasando de 74 en 2020 a más de 1.600 en lo que va de 2021.
También ha habido un cambio en el origen de lo que llegan: mientras hasta el año pasado procedían sobre todo de Rusia o Bielorrusia, ahora son de Irak, Congo, Camerún, Guinea o Siria. “Nuestro país es un país seguro frente a la persecución por motivos políticos”, añadió a ministra, que subrayó que su país necesita apoyo político y económico de la UE.
La comisaria explicó, en este contexto, que Bruselas está preparada para apoyar a Lituania para abordar la “situación de emergencia” y responder a las necesidades más urgentes en el ámbito migratorio. En particular, habló de 10 millones de euros de la UE que podrían estar disponibles en agosto e indicó que se están estudiando opciones para cubrir necesidades adicionales.
Por su parte, el director ejecutivo de Frontex, Fabrice Leggeri, dijo que la agencia está preparando un despliegue gradual en Lituania para ayudar a las autoridades nacionales a proteger las fronteras.
Las diferencias entre ambos países han escalado en el último año a raíz de la represión violenta de las protestas prodemocráticas en Bielorrusia, que la UE ha condenado con sanciones económicas, espoleada en parte por Lituania.
El país báltico ha acogido a varios exiliados políticos de la antigua república soviética. Minsk, por su parte, está presionando a su vecino promoviendo la llegada de migrantes irregulares a la frontera común, lo que ha llevado a Vilna a pedir ayuda a la UE y a abrir un centro de refugiados.