”Ingeniosa, divertida y adictiva”. Con estos calificativos presenta Canal Cosmo la comedia policiaca británica Death Valley. La ficción ha llegado con el aval de ser el mejor estreno de una producción de la BBC en los últimos cinco años, ya que su primera temporada fue vista por una media de 4,6 millones de espectadores, lo que hizo que fuera renovada para una segunda entrega que ya se está rodando.
La crítica británica tampoco ha reparado en halagos. The Times escribió de Death Valley que “es tan encantadora como absurda. Es una deliciosa mezcla de bromas juguetonas y momentos dulcemente serios que crea un simpático dúo en el corazón de esta peculiar serie”, The Guardian afirma que es “ingeniosa y divertida y rebosa suficiente energía como para hacerte olvidar cualquier insignificante objeción que puedas tener sobre la forma o el contenido antes de que llegue de tu cerebro a tu boca”. En el Daily Mail Weekend se pudo leer que “sin ser demasiado violenta ni demasiado cursi, es culpable de convertirse en un éxito”. Y fijándose en su guion, Daily Telegraph afirma que el de Paul Doolan es muy preciso en todo momento. Este cosy crime podría prolongarse indefinidamente y, por una vez, esto no es una amenaza”.
Estrenada por Cosmo en primicia para España el pasado día 6 de noviembre y compuesta por un total de 6 episodios, está ambientada en Gales y tiene como puntos fuertes un guion que sabe combinar a la perfección un humor muy particular con unos casos que no lo son menos y una pareja protagonista que parece haber estado predestinada a dar vida a los dos personajes principales de la ficción.
Polos opuestos
En el dúo protagonista se combinan veteranía y juventud. La primera la aporta Timothy Spall, conocido, por ejemplo, por su papel de Peter Pettigrew en la saga de Harry Potter. Y la segunda la pone Gwyneth Keyworth, actriz galesa que ha participado en series como Black Mirror o Misfits.
Spall y Keyworth se encargan de dar vida, respectivamente, a John Chapel y a Janie Mallowan. Él, un actor retirado tras haber interpretado a un detective televisivo y ella una ambiciosa investigadora fan de su serie que le implica para investigar un caso real.
“Chapel vive aislado en la campiña galesa atormentado por haber antepuesto su carrera durante los últimos meses de vida de su esposa. todo cambia cuando se produce una sospechosa muerte y la sargento Mallowan toca su puerta sin imaginar que al otro lado encontrará a su ídolo. Lo que empieza como una colaboración accidental pronto se transforma en una singular alianza”, resume la sinopsis oficial, que continúa definiendo a Chapel como “intuitivo, observador y un gran seductor capaz de descifrar la verdad detrás de los gestos y los silencios de los sospechosos. Janie, por su parte, adora el método policial, es rigurosa y posee el ímpetu de alguien con mucho que demostrar”.
Pero además de su humor y de lo puramente policiaco, Death Valley nos habla de temas como la pérdida y el consiguiente duelo pero también de la amistad y de cómo quienes rodean nos pueden ayudar a superar las dificultades.