El consejero de Salud del Gobierno vasco, Alberto Martínez, ha denunciado la la actitud del Ministerio de Sanidad, cuya gestión se ha caracterizado –dice– “por una ausencia en sus competencias esenciales y una sobrerrepresentación en aquellas materias que no le corresponden”, no teniendo en cuenta ninguna de las propuestas del Ejecutivo vasco.
En su comparecencia en la Comisión de Salud del Parlamento vasco, Martínez ha explicado a los parlamentarios que a pesar de la actitud colaborativa del Gobierno vasco, que ha planteado diferentes propuestas “novedosas, algunas arriesgadas” en busca de una solución a la escasez de profesionales que afecta no solo a Euskadi sino a toda Europa, “ninguna ha sido tenida en cuenta”.
El consejero reconoce además que ese “evidente déficit” de médicos que afecta de la misma manera al conjunto del Estado y a toda Europa –y que paliar constituye una competencia exclusiva del Ministerio que dirige Mónica García–, deja entrever el descontento social por el sistema público de salud que ya había en 2024 y que todavía “no está superado”.
Las propuestas vascas
De esta forma, ha recordado las medidas concretas propuestas por su Departamento para reforzar el sistema sanitario como son el aumento de unidades docentes, la ampliación de las plazas de Médico Interno Residente (MIR) o el retraso de la edad de jubilación. Además, el Gobierno vasco ha apostado por “favorecer la formación en proximidad y defender el euskera como un elemento de arraigo” para los profesionales sanitarios; apuesta por la cual, la Universidad del País Vasco (EHU) ya ha incrementado el número de estudiantes de Medicina en euskera con 32 plazas para este curso 2025/2026.
No obstante, la propuesta para que el conocimiento de euskera sea ponderado en la convocatoria MIR ha recibido “un portazo” del Ministerio que “ha cerrado esta puerta de forma arbitraria”, aseguró Martínez. Un Ministerio que ahora “presume de introducir el derecho a ser atendidos en las lenguas oficiales” mientras impide aplicar medidas concretas que fortalezcan dicho derecho en Euskadi. Una inacción que “tapa la responsabilidad de sus competencias a costa de invadir las nuestras. Se pronuncia sobre lo ya legislado y no avanza en lo que le compete”, critica el consejero.
Sin “voluntad de reconducción”
Asimismo, Martínez ha acusado a Sanidad de hacer una gestión del Sistema de Información de Financiación de la Cohesión (SIFCO) “claramente confiscatoria para Euskadi”. En palabras del consejero, de un total de 312 millones de euros que aporta toda España, Euskadi soporta 169 millones, lo que equivale a que un 5% de la población asuma el 60% de la factura total, evidenciando “la nula voluntad del Ministerio de reconducir una situación que le corresponde directamente” además de una actitud “extralimitada que condiciona” la organización y el presupuesto de Euskadi.
En este sentido, el consejero ha hablado de “decepción” para concluir que “considerando la falta de respuestas significativas del Ministerio de Sanidad a nuestras peticiones y la importancia de un diálogo efectivo para abordar los desafíos de salud” el Gobierno vasco ha tomado la decisión de no participar en el Consejo Interterritorial de Salud “mientras el ministerio siga manteniendo una actitud arbitraria hacia Euskadi” y hasta que “se restablezca una comunicación constructiva” y se atiendan las “preocupaciones” vascas.
No participaremos en el Consejo Interterritorial de Salud mientras el ministerio siga manteniendo una actitud arbitraria hacia Euskadi
Martínez ha fundamentado esta decisión en la falta de un diálogo efectivo, ya que el Ministerio no ha ofrecido respuestas concretas que permitan avanzar en un marco de cooperación real; en la pérdida de confianza por ausencia de soluciones y en la inacción ante las peticiones y preocupaciones expresadas desde Euskadi, que no han sido consideradas, dificultando la capacidad de afrontar de manera eficiente los retos del sistema sanitario y la falta de profesionales.