El pleno del Parlamento Europeo ha dado este martes luz verde al acuerdo alcanzado entre negociadores de la Eurocámara y el Consejo para reducir un 30% el desperdicio de alimentos en supermercados, restaurantes y hogares de la Unión en 2030; un calendario para el que los países del bloque tendrán ahora veinte meses a partir de la entrada en vigor de la nueva norma para transponerla a su legislación nacional.

La nueva norma prevé también normas comunes para contener el impacto de la sobreproducción de residuos textiles y de la moda "ultrarrápida y rápida", por ejemplo con los planes de responsabilidad para los fabricantes (PAR, por sus siglas en inglés) que obligarán a las empresas que vendan en la UE sus artículos a cubrir los costes de recogida, clasificación y reciclaje por separado.

Evitar el desperdicio

De este modo, con el objetivo de evitar el descarte prematuro de prendas u otros productos textiles como mantas, cortinas, colchones o sombreros, los gobiernos podrán adaptar las tasas pagadas por los productores en función de la duración de la utilización de los productos textiles y de su durabilidad.

El marco para el textil será aplicable 30 meses después de la entrada en vigor de la directiva y se aplicará a todos los productores, incluidos los comercios online o aquellos establecidos fuera de la UE. Las microempresas tendrían que cumplir con los requisitos de responsabilidad ampliada del productor 12 meses después.

Cadena alimentaria

En cuanto a los nuevos objetivos para reducir la cantidad de alimentos que van a la basura cada año, el acuerdo de principio establece porcentajes vinculantes para reducir los residuos anuales que deberán aplicarse a partir del 31 de diciembre de 2030.

Así las cosas, los Estados miembro deberán recortar un 10% los residuos en la cadena de procesamiento y producción de alimentos y un 30% per cápita en el comercio minorista, restaurantes, servicios alimentarios y hogares.

Estos objetivos se calcularán con respecto a los datos de desechos alimentarios generados como promedio anual entre 2021 y 2023. Según los datos de la UE, cada europeo genera 132 kilogramos de residuos alimentarios y desecha 12 kilogramos de ropa y calzado al año.

Además, los países de la UE tendrán que tomar medidas para garantizar que los operadores económicos que desempeñan un papel significativo en la prevención y la generación de residuos alimentarios (que se identificarán en cada país) faciliten la donación de alimentos no vendidos que sean seguros para el consumo humano.