La terraza del restaurante-bar Medusa Beach Club de la Playa de Palma que se hundió el pasado jueves, causando 4 muertos y 14 heridos, no tenía licencia de actividad ni de ocupación municipal para poder acoger clientes, por lo que el uso de esa zona del edificio derrumbado era ilegal.

El alcalde de Palma, Jaime Martínez, ha explicado este martes en rueda de prensa que tanto la planta sótano del inmueble, donde se ubicaba un bar musical, como la planta baja, con uso de restaurante, sí disponían de las preceptivas licencias.

Martínez ha señalado que la conclusión preliminar de los Bomberos de Palma, recogida en un informe remitido a la Policía Nacional, es que la terraza ilegal se derrumbó por la "combinación" del sobrepeso derivado de obras realizadas de forma irregular en ese espacio y la sobrecarga de la veintena de clientes que se encontraban sobre esa primera planta cuando se vino abajo.

El Ayuntamiento de Palma ha enviado también sus informes a la Fiscalía y el alcalde ha anunciado que el consistorio se personará en la causa si se abre un procedimiento judicial contra los posibles responsables de la tragedia.