La sección segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha condenado a dos años de prisión a un hombre que estafó 84.000 euros a una mujer a la que conoció a través de la aplicación Tinder, cuya finalidad es emparejar a personas que buscan iniciar una relación de pareja.

El juicio se ha resuelto mediante un acuerdo de conformidad entre las partes en virtud del cual este hombre ha reconocido la comisión de esta "estafa amorosa".

La ejecución de la pena queda suspendida con la condición de que el procesado no delinca durante dos años y devuelva a su víctima el dinero que se apropió indebidamente así como el valor de las joyas que ella le prestó y él no devolvió.

La Fiscalía pedía inicialmente tres años de prisión, una multa de 2.400 euros y devolver a la mujer 83.498 euros. Finalmente, esa pena ha quedado en 21 meses de prisión y pagar una multa de 540 euros por un delito continuado de estafa agravada y tres meses de prisión por delito de apropiación indebida.

"Le hizo creer que se encontraba interesado en ella"

Según el relato que hace el escrito de acusación de la Fiscalía, este hombre conoció a la víctima en julio de 2021 a través de la aplicación de citas y, con ánimo de lucro, "le hizo creer que se encontraba interesado en ella y que quería mantener una relación sentimental, ganándose, con ello, su absoluta confianza".

Una vez conseguida esa confianza, según explica la Fiscalía, el hombre comenzó a pedirle a la mujer distintas cantidades de dinero "fingiendo unas necesidades inexistentes", por lo que ella "movida por el afecto recíproco que creía que la unía al acusado, y creyendo en su palabra", transfirió desde su cuenta 10.000 euros el 26 de julio y 60.000 euros el 2 de agosto.

Además, le autorizó para utilizar su banca electrónica y su tarjeta de crédito, a través de la que se hizo otro ingreso de 10.000 euros y reintegros en metálico por casi 4.000 euros más.

En una ocasión en la que ambos se encontraban en la vivienda de ella en Ponteareas, el acusado le dijo que poseía unas joyas muy bonitas y le pidió que se las dejara para mostrárselas a su hija. La mujer le dejó "un anillo de caballero tipo sello, dos pulseras de mujer, tres anillos, un cordón, una esclava, dos juegos de pendientes y un colgante, todo ello de oro" y valorado en más de 400 euros.

La Guardia Civil logró que la mujer pudiese recuperar la esclava, los dos juegos de pendientes, dos anillos y un colgante.