Doce empleados de un centro de mayores están siendo investigados por homicidio por imprudencia y encubrimiento tras la muerte de una anciana en un centro geriátrico de la comarca del Altiplano en el que trabajaban.

Según ha informado este lunes la Guardia Civil, la operación Antecesor se inició cuando los familiares de la anciana fallecida denunciaron ante las autoridades judiciales las supuestas irregularidades que concurrieron en su muerte, de las que tuvieron noticia a través de una serie de comunicados anónimos.

El Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción número 2 de Yecla ordenó que especialistas en Policía Judicial investigaran el fallecimiento para aclarar si, pese a que se certificó su muerte natural, la anciana murió fuera de su habitación donde, a priori, debía encontrarse durmiendo.

Los testimonios y el resto de indicios recopilados permitieron detectar ciertas incongruencias que alumbraban a comportamientos irregulares de algunos de estos empleados, hasta el punto de deducir que la muerte no se produjo en la habitación de la anciana, sino en el parking del recinto geriátrico.

Según se desprende de la investigación, a media noche la mujer desapareció y los empleados la estuvieron buscando hasta bien entrada la madrugada, momento en el que la hallaron ya sin vida en el aparcamiento de la residencia.

Tras esto los empleados trasladaron el cadáver hasta la habitación, lo asearon y avisaron entonces a los servicios de urgencias intentando ocultar a la familia donde habían encontrado a la fallecida.

Las 12 personas investigadas, empleadas de personal sanitario y de dirección del centro geriátrico, han sido puestas a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Yecla (Murcia).

A 10 de ellas se les atribuye la presunta autoría de delito de homicidio por imprudencia y, al resto, de encubrimiento.