El verano de 2010 y de 2011 fue una pequeña psicosis en la costa guipuzcoana: la carabela portuguesa había aparecido en sus aguas, en parte por las corrientes y en parte por la temperatura del agua.

Doce años más tarde, acaba de hacer acto de presencia en la Bahía de la Concha, con al menos tres personas aquejadas de picaduras de medusas, dos de ellas en Ondarreta y otra, en la Isla Santa Clara, que a falta de nuevos datos, pueden ser de carabelas portuguesas. Pero, ¿qué hacer si sufrimos una picadura?

Los remedios habituales ante una picadura de medusa no funcionan ante el ataque de una carabela o fragata portuguesa. No obstante, no es una medusa, pese a que tenga apariencia de ello. No es un animal como tal, sino una colonia de ellos, pero el daño que pueden infligir puede derivar en la muerte en los casos más contados y extremos.

En primer lugar es prestar atención ante posibles avisos institucionales a la hora del baño, que pueden prevenir en el caso de que hayan aparecido carabelas portuguesas en las aguas.

Se trata de una especie de bolsa azul transparente rellena de gas de unos 30 centímetros, con una vela de color violeta que le ayuda a moverse, con tentáculos de entre 10 y 20 centímetros, aunque pueden llegar al medio metro para atrapar a la presa.

¿Qué hacer ante la picadura de una carabela portuguesa?

  • Una de las primeras recomendaciones es no tocar la zona ni rascar, que presentará un dolor y un aspecto similar al de una quemadura.
  • Ni se te ocurra frotar la zona con agua dulce (puedes aliviarte con agua salada), orina o con arena, barro, o toallas.
  • Cuando corresponda tratar la zona (para retirar posibles tentáculos, por ejemplo), hay que hacerlo con protección de guantes. En cualquier caso, cuidado al presionar: puedes extender más el veneno.
  • Evita la exposición al sol.
  • Acude a los servicios de emergencia.