El déficit de médicos asfixia la Atención Primaria que necesita mucho oxígeno para poder recuperarse. En Euskadi faltan por cubrir un 10% de plazas de Medicina de Familia y de Pediatría, y el año arrancó con 186 puestos de facultativo vacantes. Un problema que se agudiza en periodos vacacionales como Semana Santa que obligan a limitar el horario de algunos ambulatorios y a reforzar los Puntos de Atención Continuada (PAC), unos equipamientos que funcionan como urgencias ambulatorias cuando los centros de salud cierran.

Pero la situación, lejos de mejorar, solo tiene visos de empeorar ya que es necesaria una gran reposición de médicos porque cerca del 30% de los galenos tiene 60 años o más, y colgarán la bata en los próximos años. En respuesta parlamentaria, Salud reconoció que en 2022 hubo 189 jubilaciones de personal facultativo y 233 en Enfermería y en los próximos tres años 1.391 médicos y médicas estarán en edad de jubilarse, además de otros 912 profesionales de Enfermería.

A la vista de los datos, y ante el elevado volumen de jubilaciones que se van a producir a corto plazo, la oposición considera que las Ofertas Públicas de Empleo (OPE) previstas en este momento no serán suficientes para garantizar el personal médico y de Enfermería que necesita Osakidetza.

La falta de médicos es algo que se veía venir y es fruto de décadas de abandono y falta de planificación del Ministerio de Sanidad. “Lo que estamos viviendo ahora es la consecuencia de 17 ministros de Sanidad en los últimos 20 años, un tiempo en el que la precariedad, la falta de tiempo para la formación y la sobrecarga se han ido instalando y han minado el ánimo de los facultativos”, llega a proclamar Tomás Cobo, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM).

España sufrirá un déficit de 9.000 médicos en 2027, sobre todo titulados en medicina familiar y comunitaria, la especialidad con más carencias.

El punto de inflexión, en 2027

Y es que la necesidad de especialistas es palpable en todo el Estado. Según el Informe Oferta-Necesidad de Especialistas Médicos 2021-2035, el año 2027 será el punto de inflexión. Ese año habrá un déficit global de unos 9.000 médicos, debido sobre todo a la escasez en Medicina Familiar y Comunitaria. La demanda en esta especialidad, tanto en el momento actual como a futuro, mantiene un perfil de alta necesidad. Por el lado de la oferta, es la segunda especialidad con una pirámide etaria más envejecida actualmente, con los mayores porcentajes de profesionales con más de 60 años (uno de cada tres) y de más de 50 años (el 60%).

Según este quinto informe que escanea la situación de los médicos especialistas, la Atención Primaria se configura como un problema esencial para el SNS. En particular, la MFyC queda para el final, año tras año, en las elecciones MIR y los datos de médicos de familia formados que evitan integrarse en centros de salud dan nítidas señales de alarma con huida hacia las urgencias y hacia la red privada.

Advierten además que para cubrir las plazas que no se consigue ocupar no basta con convocar más plazas MIR u homologar más títulos extranjeros. Demandan un plan de incentivos y políticas de atracción y retención de profesionales para abordar algunos de los desequilibrios, particularmente entre zonas rurales y urbanas.

Revisar la estrategia

Desde el Gobierno vasco se reitera la apuesta por la Atención Primaria revisando su estrategia, con medidas a futuro, y con la creación, por ejemplo, de 358 nuevas plazas en este nivel asistencial. Además se trabaja en la identificación de plazas de difícil cobertura para ver cómo proceder a su incentivación.

En 2035 faltarán 17.765 especialistas, lo que representa un incremento del 9% con relación a las dotaciones de 2021.

Es por ello que Salud hizo hincapié hace unos meses en que Osakidetza ofrecía condiciones “casi a la carta” para contratar a médicos e intentar paliar la escasez de estos profesionales.

La directora del Servicio Vasco de Salud también expuso en el Parlamento Vasco las “dificultades actuales para la contratación de ciertos perfiles profesionales”, concretamente de Medicina de familia y de Pediatría, y aseguró que toda persona que quisiera trabajar en Osakidetza tenía “las puertas abiertas”.

Con un mayor número de profesionales que se jubilan, y un menor número de sanitarios que puedan acceder al sistema, el tensionamiento es evidente. En este colapso influye también la presión que ejerce una población cada vez más envejecida, con enfermedades crónicas. “Es un segmento de población con grandes necesidades de acceso al sistema de salud, en nuestro caso público, porque la cronicidad es una de las características que implica una mayor frecuentación”, indica la consejera Gotzone Sagardui.

Para facultativos como los del Sindicato Médico de Euskadi, el problema de fondo es que “la Atención Primaria no es atractiva ya que la falta de personal médico hace que los profesionales tengan que asumir diaria y constantemente pacientes de otros cupos”. “La sobrecarga asistencial y/o excesos de jornada que se generan acaban por minar la moral de algunas personas hasta el punto de plantearse dejar la sanidad pública o, incluso, abandonar la profesión. Algo que también ocurre en el resto de servicios y, sobre todo, en PAC, Emergencias y Urgencias”, se advierte.