Euskadi ha registrado siete agresiones a médicos en 2022, lo que supone una tasa de 0,45 por cada mil profesionales colegiados, la segunda más baja del Estado tras Navarra.

En cambio, Catalunya fue la comunidad con más casos comunicados de agresiones a médicos, 380, con una tasa de 7,95 por cada mil profesionales colegiados, frente a Navarra, con dos ataques a facultativos -igual que La Rioja- y la menor tasa de las 17 autonomías: 0,43.

Según los datos del Observatorio Contra las Agresiones, Cantabria (7,56), Extremadura (5,33) y Baleares (3,15) también están por encima de la tasa media (2,87), al igual que Ceuta (8,22) y Melilla (6,19), mientras Galicia (0,64), Canarias (0,63) y Euskadi (0,45), además de Navarra, están por debajo de uno.

Preguntado por qué estas diferencias entre unas y otras comunidades, el secretario general del Consejo General de Colegios Médicos (CGCOM), José María Rodríguez, ha señalado que hay más denuncias donde existe mejor comunicación con los colegios médicos o con la policía y ha apuntado que esto es solo "la punta del iceberg", porque la mayoría no denuncia.

En cifras absolutas, tras Catalunya aparece destacada Andalucía, con 117 agresiones, por delante de Madrid (67), la Comunidad Valenciana (56), Castilla y León (36) y Extremadura (33).

En toda el Estado, las agresiones a la profesión médica batieron su récord en 2022 con 843 casos comunicados, lo que supone un médico agredido cada diez horas y un 38 % más que el año anterior.