La Ertzaintza ha registrado durante el primer semestre del año un total de 303 hurtos llevados a cabo en Euskadi mediante el denominado "abrazo solidario", en los que sobre todo mujeres se abalanzan sobre sus víctimas para abrazarles y hacerse con sus pertenencias.

Según han revelado a Efe fuentes de la Policía vasca, de enero a junio se registraron en Bizkaia un total de 125 de estos hurtos, mientras que 142 se produjeron en Gipuzkoa y 36 en Araba.

Los autores de estos delitos pertenecen por lo general a grupos criminales que actúan en todo el Estado y se desplazan a Euskadi para robar a los transeúntes, según la Ertzaintza.

En su mayor parte, este tipo de hurtos sigue el mismo modus operandi: con frecuencia es una mujer la que localiza a la víctima, por lo general una persona de edad avanzada que camina sola por la calle con cadenas, pulseras o relojes de valor.

Tras localizar a la víctima, la mujer se le acerca para tratar de iniciar una breve conversación y, así, le solicita cualquier información, le sorprende con la posibilidad de que ambos sean viejos conocidos o le ofrece favores sexuales.

Después de este primer contacto, la mujer sujeta las manos a su víctima y le abraza para hacerse con alguna de sus pertenencias, en un movimiento rápido que aprovecha para soltarle con gran habilidad el broche del collar o la pulsera.

Aunque la mayor parte de los autores de estos hurtos son mujeres, en muchos casos es un hombre quien espera con un coche a la ladrona en las proximidades para huir ambos del lugar si es necesario.

Fuentes de la Ertzaintza han explicado que muchas de las víctimas tardan en darse cuenta de que han sido objeto de un hurto, por la incomodidad que sienten ante el abrazo de una persona desconocida y por su avanzada edad.

En algunos casos, sin embargo, la víctima se percata en el momento del hurto y la asaltante utiliza la violencia para hacerse con una pertenencia de gran valor y abandonar más tarde el lugar a la carrera.

Pese al incremento en el número de estos hurtos, se ha registrado una tasa muy baja de inculpaciones, la mayoría a través de reconocimientos fotográficos "de escasa validez", según la Policía vasca.

De entre los 125 hurtos de este tipo contabilizados este año en Bizkaia, 42 se han producido en Bilbao, mientras que 17 han tenido lugar en el área de Basauri y Galdakao; 15 en la zona de Muskiz; 11 en Erandio; 7 en Ondarroa; 10 en Sestao; 8 en Durango y sus cercanías; y 5 en cada una de las demarcaciones de Balmaseda, Gernika y Getxo.

En Gipuzkoa, la demarcación con el registro más alto de estos hurtos ha sido Oria, con 29, seguida de las zonas de Irún (24), Eibar (22), Donostia (21), Urola Kosta (18), Deba Urola (19), Hernani (9) y Errenteria (9),

En Araba, la demarcación con más casos de enero a junio ha sido Vitoria-Gasteiz, con 30, mientras que la de Laguardia ha registrado 3 y, la de Llodio, 3.

En los últimos cinco años, la evolución de este tipo de robos en Euskadi ha seguido una tendencia desigual debido sobre todo a las restricciones de movilidad impuestas por la pandemia de coronavirus.

Así, si en 2018 se produjeron en Bizkaia 205 hurtos de este tipo, en 2019 fueron 150 y, en 2020, la cifra cayó por la pandemia a los 97 casos y alcanzó los 170 en 2021.

En Gipuzkoa, en 2018 se registraron 82 y, en 2019, se denunciaron 126 hurtos de estas características, una cifra que cayó a los 75 en 2020, el año del inicio de la pandemia, con meses como marzo, mayo y diciembre, cuando no se registró ninguno, mientras que en 2021 fueron 117.

En Araba, en 2018 hubo 43 denuncias, mientras que en 2020 se contabilizaron 32 denuncias, con varios periodos en los que, como consecuencia de la pandemia, no se registró ninguna: los meses de marzo a mayo y los de noviembre y diciembre. En 2021, por su parte, fueron 25 los hurtos denunciados en esta provincia.