- La seguridad y salud en el trabajo ha evolucionado a lo largo del tiempo. Así, hasta el momento actual se han vivido dos etapas con el objeto de reducir los accidentes. Primero, el cambio que Juan Antonio Carrasco, director técnico de IMQ Prevención, denomina “tecnológico”, por medio de inversiones en los equipos de trabajo y la definición de métodos de trabajo seguros, es decir, “implantar una política de seguridad”. Desde su óptima de experto, el segundo cambio fue “la gestión del riesgo gracias a la integración de la prevención en la gestión de la empresa y la evaluación del riesgo, con el fin de tener una certificación de que lo hacemos bien”.
Llegados a este punto, considera que “ahora debemos potenciar la cultura preventiva”, mediante el liderazgo de las personas, así como el control del comportamiento y las actitudes, para conseguir una implicación responsable de todas ellas.
Avanzando un paso más, Enrique Astaburuaga, director médico de IMQ Prevención, concluye que “este nuevo enfoque que llamamos cultura preventiva supone no conformarnos en trabajar puntualmente de manera reactiva, sino que debemos crear y mantener un entorno proactivo sin caer en el conformismo y la autocomplacencia”.