De nuevo, el Ministerio de Sanidad amaga, pero no da. Pese a llevar semanas prometiendo que la retirada de las mascarillas en espacios interiores se hará "muy pronto", continúa sin concretar ni fechas ni plazos ni la forma de su supresión. Ayer, la primera reunión presencial del Consejo Interterritorial de Salud, parecía el día previsto para decidir una hoja de ruta para eliminar el cubrebocas en espacios interiores. Además, se pretendía actualizar el sistema de vigilancia contra el coronavirus para que pasara a ser considerado una enfermedad respiratoria como la gripe. Sin embargo, todo ha quedado congelado.
"Es verdad que todo apunta que el cuándo está cada vez más cerca, pero para nosotros es tan importante el cuándo como el cómo", explicó la ministra de Sanidad, Carolina Darias, tras las Jornadas del Sistema Nacional de Salud (SNS) sobre Vigilancia en Salud Pública, que reunió al Ministerio con los consejeros de Salud.
Así, la ministra indicó que, por el momento, se sigue discutiendo la manera de abordar la retirada de la mascarilla en espacios interiores. "Tenemos que ponernos de acuerdo no solo en el cuándo sino también en el cómo. Cuando eso se produzca ya lo daremos a conocer", precisó.
Dado que las comunidades autónomas están exhibiendo en las últimas fechas distintas posiciones sobre el fin de las mascarillas en interiores, unas abiertamente partidarias y otras, como Euskadi, más reacias, la Interterritorial ha vuelto a aplazar a la próxima semana este debate. Así como la nueva estrategia de control del covid, que pasa por una nueva manera de gestionar el aislamiento de los casos positivos leves y asintomáticos, la realización de pruebas o la distancia de seguridad.
Unas pautas nuevas para entrar en un escenario de transición en el que debe moverse la nueva fase de normalización del coronavirus.
Aunque el punto más caliente es el de las mascarillas. Y es que esta protección facial es la última gran restricción que queda vigente de la fase aguda de la pandemia. A diferencia de otras, como el pasaporte covid, que decidían las autonomías, su uso está regulado por real decreto, el último el del pasado 8 de febrero que levantó su imposición en exteriores.
Que el fin de las mascarillas en espacios cerrados está cerca también lo vaticinó el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, que auguró que podrían desaparecer "en un periodo corto de tiempo", pues "en lugares donde la misma gente interacciona cada día probablemente ya no tenga sentido".
Lo que sí acordaron es que el nuevo sistema de vigilancia del covid-19 limite el control individual de casos a los graves y el seguimiento de brotes a los que se den en entornos vulnerables, en riesgo de exclusión social y en otros ámbitos que se consideren de interés.