Con el fin de las cuarentenas para todos los contactos estrechos de positivos por covid desde este sábado, solo queda por eliminar la obligatoriedad del uso de las mascarillas en interiores, una decisión que se está dilatando principalmente por la prudencia que esgrimen algunas comunidades y expertos, pero que muchos territorios apoyan ya abiertamente.

Entre estas voces partidarias de decir adiós a los tapabocas se encuentra la del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez que ya ha comunicado que será "muy pronto". O la de la comunidad de Madrid. Para su consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, “hay que ir hablando” sobre levantar las mascarillas en interiores y considera que hay que plantear ya un “escenario distinto” frente al covid-19. “Hay una caída mantenida desde hace más de ocho semanas y estamos en un escenario distinto”, argumenta.

No es este el caso de Euskadi, cuyo lehendakari, Iñigo Urkullu se ha mostrado manifiestamente contrario a su retirada y considera que todavía es prematuro adoptar esta decisión. "Cuidado, todavía es pronto para el relajamiento de todas las medidas preventivas", ha advertido.

Sin embargo será el próximo jueves día 10, en Zaragoza, en la reunión para debatir el nuevo sistema de vigilancia de salud pública, cuando Sanidad y comunidades aborden el asunto de la mascarilla con el acicate del propio Gobierno que ya a finales de febrero dejó entrever su desaparición. La mayoría de las autonomías son también reticentes a tomar decisiones prematuras con la pandemia vigente.

PRIMERO, EN LAS AULAS

En lo que sí parece que hay coincidencia es que la mascarilla se debería quitar primero en las aulas. Es una recomendación de la Asociación Española de Pediatría (AEP) que han avalado comunidades como Cataluña y Andalucía.

Si los menores ya no hacen cuarentena por ser contacto con un positivo, la AEP recomienda “progresar hacia una eventual normalización, retirando las medidas de prevención en el ámbito escolar, siempre y cuando se pueda garantizar una monitorización estrecha del impacto de la desescalada”.

Porque con la sexta ola en franco retroceso desde hace seis semanas, se va abriendo el camino hacia la normalidad.

Primero se eliminó el requerimiento del pasaporte covid, luego se recuperó el aforo completo en los eventos deportivos (al cien por cien desde el viernes 4 de marzo) y desde el sábado 5, se eliminan las cuarentenas para todos los contactos estrechos de positivos, lo que afecta principalmente a las escuelas ya que los últimos en guardarla eran las personas no vacunadas y los menores de 12 años son quienes menos han completado la pauta de vacunación.

LOS EXPERTOS, ALGO RETICENTES

A la espera de la decisión de mascarillas dentro sí o no, desde Extremadura se aboga por atender a los expertos que todavía se tientan la ropa, y se muestran reticentes. Al mismo tiempo se reprocha que en las últimas semanas se haya asistido a una desescalada en quitar medidas preventivas “como si no hubiera un mañana”.

También desde Castilla-La Mancha, se opta por una eliminación paulatina y gradual del tapabocas en espacios interiores, de tal forma que pueda dejar de ser obligatoria en algunos sitios pero en otros “se tengan que resistir todavía un poco más.”