- Varios agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que participaron en la investigación del asesinato del concejal de IU en Llanes Javier Ardines afirmaron que “la línea sentimental se vio clara desde las primeras averiguaciones” en su entorno personal, a la vez que rechazaron que uno de los supuestos sicarios fuera coaccionado en sus declaraciones.
En la quinta sesión de la vista oral con jurado popular que se desarrolla en la Audiencia de Oviedo declararon un teniente y un sargento de la UCO que explicaron que primero se investigó el entorno sociolaboral y el vecinal de Ardines sin que se encontrara “ningún indicio de criminalidad” relacionado con el crimen cometido el 16 de agosto de 2018 en las inmediaciones de la vivienda del concejal en la parroquia llanisca de Belmonte de Pría. Tras comenzar entonces a indagar en la vida personal del edil “la línea sentimental se vio clara desde las primeras averiguaciones”, explicaron los agentes.
El punto de partida fue el audio que el presunto inductor, Pedro N.A., grabó en diciembre de 2017 con su móvil en un restaurante para confirmar sus sospechas de que su mujer, a su vez prima segunda de la esposa del concejal, y Ardines mantenían desde hace tiempo una relación en secreto.
Los investigadores ya habían afirmado que Pedro N.A. se vio “trastornado” por los celos porque “no se quitaba de la cabeza” la infidelidad.