emanas antes de que comience la Cumbre del Cambio Climático de Glasgow, vista por muchos como la última oportunidad para frenar el calentamiento global, la comunidad médica mundial se ha unido para pedir que la cita sea tomada en serio, o de lo contrario estamos abocados a otra “catástrofe sanitaria”. Unos 45 millones de médicos y trabajadores sanitarios, unos dos tercios del sector global, firmaron ayer la Receta para un Clima Sano, un manifiesto en el que exigen a los gobiernos medidas reales para frenar el cambio climático y con ello reducir las decenas de miles de vidas que cada año se pierden por desastres naturales.
“Pedimos a los líderes de todos los países que eviten esta catástrofe sanitaria limitando el calentamiento global a 1,5 grados (en comparación con los niveles preindustriales) y pongan la salud humana en el centro de todas las acciones de mitigación y adaptación”, señala el escrito. La “receta” cuenta con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que en coincidencia con este manifiesto ha publicado un informe que también de cara a la COP26 -que comenzará el 31 de octubre en la capital escocesa- hace 10 recomendaciones para enfrentar el calentamiento global con un enfoque sanitario.
Entre estas recomendaciones, pide que la salud “esté en el centro de las negociaciones por el clima”, y que en ese sentido se promuevan cambios urbanísticos, en el transporte o en la alimentación que ayuden tanto a frenar el calentamiento global como a mejorar la vida de los ciudadanos. “Lo que se haga para enfrentar las causas del cambio climático tendrá un enorme beneficio para la salud de las personas”, aseguró al presentar el informe la directora del Departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS, la española María Neira.
La experta recordó en ese sentido que los combustibles fósiles, principales causantes del efecto invernadero, son también grandes responsables de una polución atmosférica que causa en el mundo unas 7 millones de muertes anuales, de las que un 80% podrían evitarse si se aplicaran los estándares de calidad de aire de la OMS.
Por otro lado, “la transformación que se necesita llevar a cabo hacia unos sistemas de alimentación sostenibles puede evitar alrededor de 5,1 millones de muertes cada año”, subrayó.
Por su parte, el manifiesto de la comunidad médica global advierte que el cambio climático es ya “la mayor amenaza a la salud a la que se enfrenta la humanidad” y que sus efectos pueden ser más catastróficos que los de la pandemia de covid. Los sanitarios advierten de que los nocivos efectos del cambio climático ya se notan en sus hospitales y sus clínicas, por ejemplo con el aumento de los casos de enfermedades transmitidas por los alimentos, el agua o los animales (la misma covid es un ejemplo de este último tipo), o fenómenos extremos tales como olas de calor, incendios o inundaciones, con millones de afectados.
Los médicos y trabajadores sanitarios advierten en su llamamiento de que “cada décima de grado que haya por encima de los 1,5 grados (recomendados por el Acuerdo de París de 2015) causará graves estragos en la vida y la salud de la gente”, pero al ritmo actual a finales de siglo podrían incluso superarse los 3 grados.
En este sentido, la comunidad médica urge a los gobiernos a llevar a cabo una transición energética rápida, “deteniendo los subsidios, planes de financiación y nuevos permisos” para el desarrollo de los combustibles fósiles.A las economías desarrolladas les piden específicamente mayores objetivos de reducción de emisiones de los actuales, y que cumplan las prometidas transferencias de fondos para que los países pobres puedan tomar medidas de mitigación y adaptación del cambio climático.
“Las mismas decisiones insostenibles que están matando al planeta matan personas, por lo que la OMS pide acciones decisivas en Glasgow para limitar el calentamiento global. No solo porque es lo correcto, sino porque va en nuestro propio beneficio”, añadió el propio Tedros en un comunicado tras la publicación del informe.