Los centros escolares de Euskadi suavizarán las medidas anticovid “desde el lunes”. El Departamento de Educación remitirá mañana a los colegios e institutos el protocolo revisado después de que se haya desactivado la emergencia sanitaria. El nuevo protocolo incluirá “medidas similares a las que se están aplicando en la sociedad”, adelantó ayer el consejero Jokin Bildarratz, aunque aclaró que el uso de mascarilla será siendo obligatoria en los interiores. En este sentido dijo que “si estamos diciendo que la mascarillas en interiores hay que utilizarla, lo normal es que también en los centros escolares vayamos en la misma línea”. Lo que no ha quedado tan claro es si la mascarilla, como sucede en la sociedad, no será obligatoria en las actividades que se desarrollan en los espacios al aire libre: en el patio o en las clases Educación Física.
El titular vasco de Educación no ahondó en la propuesta que su Departamento ha hecho llegar a Salud, después de haber recabado la opinión de las direcciones de los centros en este nuevo escenario. Bildarratz se limitó a confirmar que ambos departamentos están cerrando los “flecos” del nuevo protocolo para adaptar el sistema educativo al escenario de nueva normalidad. Una normalidad en la que la pandemia sigue ahí aunque sin transmisión comunitaria y con un nivel de vacunación entre los mayores de 12 años muy elevada.
Según los datos facilitados ayer por el Departamento de Salud, el 83,1% de los menores de 12 a 15 años ya está inmunizado, al igual que el 83% de los adolescentes de 16 a 19 años. La tasa de incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes los últimos 14 días de mantiene en la franja de los 60 casos, es decir, en la zona verde del semáforo covid-19. Aun así, el martes se detectaron 99 nuevos positivos, siete más que en la víspera. Este ligero repunte no repercute negativamente en la positividad, que se mantiene en el 1,7%, lejos del 5% marcado por la Organización Mundial de la Salud para establecer la existencia de una transmisión comunitaria del virus.
Desde que comenzó el curso distintas plataformas de familias, como Haurrak ere bai, se han dirigido al Gobierno Vasco para solicitar que se “flexibilicen” las medidas del protocolo “preocupadas”, dicen, por las consecuencias que el uso de la mascarilla y la distancia social puede tener a nivel físico, emocional y psicológico de sus hijos e hijas. Ven como “discriminatorio” que al aire libre no haya que llevar mascarilla y, sin embargo, se obligue a los estudiantes mayores de seis años a llevarla en todo momento, incluso en el patio o en Educación Física, salvo contadas excepciones.
En el Estado el uso de mascarilla es obligatoria en la escuela. Son pocas las comunidades, como Madrid, que permiten que las actividades deportivas al aire libre en los centros educativos puedan realizarse sin mascarilla, siempre y cuando se hagan con la autorización y supervisión de los profesores responsables. Desde hace tiempo la práctica deportiva al aire libre se puede hacer sin mascarilla en Euskadi, no así en interiores como los gimnasios. No obstante, la comunidad que preside Isabel Díaz Ayuso acaba de indicar que es “preferible” que se mantenga la obligación de llevar mascarilla en los patios de los colegios de la región, ya que no se puede evitar que se produzcan aglomeraciones o agrupaciones de niños.
La cautela es máxima en este punto ya que ninguna Administración quiere arriesgarse a que los colegios dejen de ser los espacios seguros que demostraron ser el curso pasado gracias al esfuerzo realizado por toda la comunidad educativa por mantener las distancias y usar las mascarillas. Muchos especialistas, incluso de Osakidetza, aseguran que la contagiosidad entre los niños es muy baja y que la mayoría pasan la enfermedad son síntomas leves. Existe, además, la certeza global de la evidencia de la efectividad del uso de mascarillas para evitar la transmisión de enfermedades virales respiratorias en general, incluyendo los estudios sobre el covid-19.
Al inicio de la quinta ola la Asociación Española de Pediatría proponía una “recomendación débil” a favor del uso de las mascarillas ya que aunque “no hay análisis de resultados específicos para los niños no hay razones para pensar que, a igualdad de condiciones de uso, su eficacia sea diferente a la de los adultos”. Según la ASP, no se han encontrado resultados específicos del uso de la mascarilla para los niños ni estudios con población exclusivamente infantil. Y en los escasos estudios en los que participan lo hacen como contagios intrafamiliares, bien como fuente o como contacto. Además, asegura, “existe discrepancia entre los resultados de los ensayos clínicos y los estudios observacionales porque “mientras los ensayos clínicos no demuestran efectividad, los estudios observacionales encuentran un efecto preventivo importante”. Los efectos adversos más frecuentes son molestias relacionadas con su uso (dificultad para respirar normalmente, irritación facial o incomodidad, cefalea y calor).
Habrá que esperar a mañana para saber cómo queda esta cuestión en la escuela vasca. El que ya ha dado un paso, y en el sentido de eliminar el uso de la mascarilla en las aulas, es el Estado francés. Desde este lunes, todo el alumnado de Primaria de 47 del centenar de departamentos que hay en Francia -aquellos que tienen indicadores epidémicos por debajo de 50 casos- ya están en clase sin mascarilla.
32.000 ‘emails’. El equipo de gobierno de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) envió ayer una comunicación oficial por correo electrónico a más de 32.000 alumnos para intentar evitar la celebración de un “macrobotellón” en el campus vizcaíno de Leioa. Dicho botellón se había convocado a través de las redes sociales y estaba previsto que se celebrara hoy jueves, día de la semana conocido como “jueves universitario”, y que coincide con el fin del estado de emergencia sanitaria en Euskadi y la consiguiente eliminación de prácticamente toda las restricciones en la hostelería y el ocio nocturno. Al tener conocimiento de dicha convocatoria, el equipo rectoral hizo un envío masivo de correos electrónicos en el que recuerda “a toda la comunidad universitaria” que este tipo de fiestas “no está autorizada” por las autoridades universitarias y que el consumo de alcohol está prohibido en la vía pública “y, por tanto, en los campus”.