Las mascarillas para protegernos del Covid-19 ya son parte de nuestras vidas, y sin embargo, los conductores siguen teniendo dudas sobre la obligatoriedad de tener que usarlas o no mientras están dentro de su coche. ¿Hay que llevarla puesta? ¿Me multan si me la quito mientras conduzco? ¿Dónde la puedo dejar y dónde no? Son muchos los interrogantes que aún tienen los usuarios de la vía en relación a este tema.
En este sentido, lo primero que hay que dejar claro es que no es la Dirección General de Tráfico (DGT) el organismo competente para multarle si no usa la mascarilla dentro de su coche, pero los agentes que controlan el tráfico pueden hacerlo en virtud del Real Decreto-ley 21/2020, que regula, entre otras cosas, el uso de las mascarillas en los diferentes espacios con el fin de contribuir a contener la pandemia.
De esta manera, es obligatorio el uso de mascarillas para las personas mayores de seis años "en los medios de transporte aéreo, marítimo, en autobús, o por ferrocarril, así como en los transportes públicos y privados complementarios de viajeros en vehículos de hasta nueve plazas, incluido el conductor, si los ocupantes de los vehículos de turismo no conviven en el mismo domicilio", según explica el decreto.
En otras palabras, el uso de las mascarillas en el coche es obligatorio en el caso de que alguno de los ocupantes no sea conviviente. Si los ocupantes lo son o el conductor va solo pueden quitársela.
El incumplimiento de la obligación de usar mascarilla será considerado infracción y sancionado con multa de hasta cien euros, expone el artículo 31 del citado Decreto-ley. Por ello, los conductores y el resto de ocupantes del vehículo deben ser cuidadosos y ponerse siempre la mascarilla si hay alguno que no sea conviviente.
Sin embargo, no es lo único a lo que hay que estar atento. Si en el lugar están prohibidas las reuniones de más de cuatro personas, en el coche no podrán ir cinco. A pesar de que el vehículo tenga una capacidad mayor, la limitación de movilidad está por encima de ese hecho. Infringir eso también podría costar cien euros de multa.
Otra cuestión es quitarse la mascarilla al volante, lo que está trayendo más de un problema al conductor: si se conduce solo y se es el único ocupante del vehículo o solo viajan los convivientes, y el conductor se quiere quitar la mascarilla, hay que realizar el gesto antes de arrancar y poner en marcha el vehículo, porque si se hace mientras se conduce podrá ser sancionado. En estos casos los agentes pueden entender que está cometiendo una acción de conducción temeraria o de conducción negligente.
Por un lado, el agente de tráfico puede interpretar en función de la gravedad de su acción: si se ha quitado la mascarilla apartando las manos del volante y generando una situación de peligro está conduciendo de manera temeraria, lo que significa que está cometiendo una infracción muy grave. La sanción, en este caso, sería de 500 euros (250 con pronto pago) y la detracción de seis puntos de carnet.
Pero el supuesto que más podría darse es que un agente interprete que el conductor está cometiendo una acción de conducción negligente o conducir sin la diligencia debida si es visto quitándose la mascarilla mientras conduce. En este caso la infracción se considera grave y la multa sería de 200 euros (cien con pronto pago) sin detracción de puntos de carnet.
En cualquier caso, todo tiene que ver con la interpretación de los agentes de tráfico, ya que la normativa de la DGT que regula las distracciones al volante está escrita de una manera ambigua intencionadamente, para que cualquier supuesto que distraiga a un conductor y que provoque que ponga en riesgo su vida y la de otros pueda ser sancionado. En este caso, también entraría la acción de ponerse o quitarse una mascarilla mientras se conduce.
Además de esta multa por no llevar la mascarilla según los supuestos establecidos por la ley, existe otra sanción con respecto a las mascarillas en el interior de un vehículo. Es una acción que se veía de forma frecuente, pero que con el paso de los meses ha descendido su incidencia a simple vista. ¿Qué hacer con la mascarilla si no se usa dentro del coche?
Existen unas cajas y sobres de plástico en los que se recomienda guardarla durante el tiempo que no se esté usando, para protegerla mejor y asegurar, en cierta medida, que no pierde efectividad para cuando se vuelva a usar. Estos complementos posibilitan que la mascarilla no se deje bajada en la barbilla o colocada en el codo, lugares en los que puede infectarse por las gotículas con coronavirus. Dentro del coche el lugar equivocado es depositar la mascarilla sujeta en el retrovisor, como si de un elemento decorativo se tratara.
Lo cierto es que no existe, en este caso, una legislación clara y directa como sí ocurre con el uso de las mascarillas dentro del vehículo. A esta situación hay que aplicarle un supuesto recogido en el Reglamento General de Circulación, según el cual no se permite la colocación de ningún elemento en el interior del habitáculo que limite o impida la perfecta visión del conductor. Por su dimensión, poner una mascarilla en el retrovisor implicaría una notable reducción del campo de visión, y por lo tanto se podría sancionar si un agente advirtiera esta situación en un control. La multa para estos casos es de 80 euros.