Vitoria, 25 abr (EFE).- El COVID-19 ha provocado en las últimas horas en Euskadi 19 fallecimientos, lo que eleva la cifra de muertes a 1.212, mientras que se han contabilizado 352 infectados más, con un total hasta el momento de 14.132, y hay 32 hospitalizados menos, datos que confirman "una tendencia descendente en la actividad asistencial y en aspectos epidemiológicos".
Así lo ha señalado hoy la consejera de Sanidad, Nekane Murga, en la comparecencia de prensa en la que ha informado de los últimos datos disponibles de la evolución de la pandemia en los tres territorios vascos, en la que también ha anunciado un orden que dicta que todos los centros sanitarios públicos o privados capacitados para el diagnóstico de coronavirus se ponen a disposición de su departamento.
En cuanto a las pruebas realizadas, ayer fueron 4.968 las PCR y 4.441 los test rápidos, el mayor número hecho hasta la fecha, de los que el porcentaje de positivos fue del 7 % . Con estas últimas, Salud ha llevado ya a cabo 78.896, lo que supone un porcentaje de más de 36.000 por millón de habitantes, "muy por encima de la media europea".
Murga ha precisado que ya se han citado a 150 personas para la realización del cribado anunciado para cerca de 4.000 que han sido diagnosticadas como sospechosas de coronavirus, pero que no han pasado ningún test.
Por territorios, en Álava el número de afectados asciende a 3.551, de los que 146 están hospitalizados, mientras que en Bizkaia son 8.025 y 448 permanecen en hospitales y en Gipuzkoa los ingresados son 175 de un total de 2.556 positivos.
El total de hospitalizados en Euskadi es por tanto de 769, lo que supone 32 menos que en el anterior recuento, aunque se han registrado 7 nuevos ingresos en UCI, frente a 18 altas en estas unidades. En hospitalización domiciliaria (en hoteles) se encuentran 211 pacientes.
En cuanto a los nuevos positivos, 98 se han detectado en Álava, 197 en Bizkaia y 57 en Gipuzkoa. Los datos conocidos este sábado han llevado a la consejera a asegurar que se puede ser optimista porque "cada vez se cura más gente, las hospitalizaciones bajan y las pruebas señalan que bajan los contagios".
En este sentido, ha indicado que se confirma una "tendencia descendente en la actividad asistencial y en aspectos epideomológicos", al tiempo que ha destacado la importancia de ir aumentando progresivamente el número de pruebas.
Precisamente, para posibilitar el desarrollo de más test la consejera ha firmado una orden en vigor desde este sábado en la que se recoge que todos los centros, servicios y establecimientos sanitarios públicos o privados capacitados para el diagnostico clínico del COVID-19 en Euskadi se deben poner a disposición del departamento.
La orden establece que el centro debe acreditar que está habilitado para hacer test, que en todo caso se llevarán a cabo por prescripción de un médico colegiado y que sus resultados deben notificarse a Osakidetza para que los incorpore a las historias de salud de cada paciente. Además, para evitar situaciones abusivas, el Gobierno Vasco fijará el precio de las pruebas.
Murga también ha considerado que el País Vasco cumple los criterios previstos por el Ministerio para la desescalada en los hospitales que, según ha dicho, "se han cumplido desde la primera fase de la epidemia".
En cuanto a la partida de mascarillas defectuosas enviadas por el Ministerio, ha recordado que se repartieron 14.000 a 4.000 profesionales, a los que se les están haciendo test. No obstante, ha apuntado que este problema ha hecho reflexionar al departamento sobre la necesidad de ser "más activos" a la hora de analizar estos materiales.
"Siempre compramos de empresas certificadas, pero creemos que con los problemas que tiene el mercado y visto lo visto hay que ser mas proactivo a la hora de evaluar los materiales, por eso estamos revisamos el que tenemos en los almacenes", ha concluido.