Barakaldo. El presidente de Cebek, Iñaki Garcinuño, ha considerado necesario que la administración busque "alternativas adecuadas" al vertedero de Zaldibar, y ha apuntado a la posible apertura de alguno nuevo "en un plazo lo más corto posible".
En declaraciones a los medios tras participar en el encuentro Bizkaia Enpresa en Bilbao Exhibition Centre (BEC), Garcinuño ha señalado que el vertedero de Zaldibar era un vertedero "grande" y "potente" el que "se recogían un gran abanico de productos" procedentes de empresas.
Ha señalado que el que esté "cerrado" tras su derrumbe tiene una "influencia" sobre las empresas que utilizan ese vertedero para depositar sus residuos y "abre un momento de cierta incertidumbre", por lo que "será necesario que la administración busque unas alternativas adecuadas".
Ha indicado que la "búsqueda de vertederos alternativos" cercanos a Euskadi es "una posibilidad", y ha señalado que "es muy probable que se tengan que iniciar estudios para la apertura de algún otro nuevo" en "un plazo lo más corto posible" que "nunca va a ser suficientemente corto" para los intereses empresariales.
Ha afirmado que las administraciones están actuando "con la máxima celeridad y responsabilidad" y tras señalar que algunas empresas importantes llevaban el cien por cien de sus residuos al vertedero de Zaldibar, ha mostrado su confianza en que "buscarán alternativas, aun con cierto coste tanto en el precio como en el propio transporte".
Garcinuño ha explicado que, desde las empresas, les han trasladado que con una "menor oferta de suelo" para depositar residuos por el cierre del vertedero de Zaldibar "los precios" por esos depósitos suben, lo que "supone un coste nuevo no previsto para la empresa".
El presidente de la patronal vizcaína ha lanzado "un mensaje de tranquilidad a la vista de que todavía no es el momento de pensar en una situación tan alarmante" como que se pueda paralizar la actividad en algunas empresas por problemas de almacenamiento de los residuos.
"En un mercado natural cuando el suelo es escaso, cuando lo tienes en una alta capacidad, cuando la previsión de que se llene aumenta es normal que al final el coste aumente, pero no deja de ser, esperemos, una situación temporal que por el momento la empresa puede asumir", ha destacado.
Según ha indicado, no hay inquietud entre los empresarios por un aumento de precios que es "una consecuencia derivada de un problema mayor, que es realmente lo que ha ocurrido tanto a nivel personal, con las personas que fallecieron, como a nivel de la propia realidad de la cuestión medioambiental".
Ha señalado que "es una consecuencia añadida que tenemos que asumir y que, sin duda, es un problema" que hay que "tratarlo con cierta tranquilidad en la medida en la que caben soluciones" y porque "no será el primer coste" que las empresas asumen "de forma imprevista".
Preguntado por la ética de las empresas dedicadas a la gestión de residuos por incrementar los precios, ha señalado que "quien posee un vertedero y ha invertido en él" ese es "su negocio" y que de él "viven tanto la empresa como los trabajadores que trabajan en ella".
"Por tanto, el que los precios suban por efecto de una mayor demanda y una menor oferta forma parte de lo que es un mercado natural. Yo no lo juzgaría bajo el punto de vista moral porque eso lo tenemos en cualquier sector, no solo en el mundo de las basuras sino en cualquier área de nuestra actividad económica", ha señalado.