Bilbao - La viceconsejera de Medio Ambiente del Gobierno Vasco, Elena Moreno, aseguró ayer que su departamento "valoraba" la posible apertura de un expediente sancionador a la empresa propietaria del vertedero de residuos industriales de Zaldibar por detectar irregularidades en una inspección en julio de 2019. Tierra, árboles y vertidos se precipitaron por una ladera el pasado jueves, sepultando a dos trabajadores de la instalación, en Zaldibar.

Moreno, que visitó ayer la zona del derrumbamiento, en la que se busca a los dos trabajadores desaparecidos, hizo unas declaraciones a ETB en las que indicó que Medio Ambiente se encontraba "en el punto" de "valorar la apertura de un expediente sancionador" a la empresa del vertedero (Verter Recycling 2002 S.L.) tras descubrir en su actividad varios "incumplimientos". Entre ellos, mencionó que la chimenea del vertedero no medía bien las emisiones de metano, que se habían depositado materiales para los que no se disponía de autorización, aunque en "cantidades pequeñas", y que se habían efectuado algún relleno no autorizado.

En la misma línea, la viceconsejera dijo que al Gobierno Vasco "no se le había comunicado" que hubiera "ningún problema de estabilidad" de la ladera derrumbada o que se hubieran "detectado fisuras" que indicaran que el vertedero era "inestable". Sin embargo, el departamento de Medio Ambiente dio a conocer, por su parte, un informe sobre ese vertedero realizado por una ingeniería que aconsejaba asegurar la estabilidad del terreno para evitar accidentes, encargado después de que el Ejecutivo hubiera detectado algunos aspectos a subsanar en esa escombrera.

La empresa, que obtuvo autorización ambiental para la actividad de vertedero de residuos no peligrosos de origen industrial en Zaldibar el 22 de enero de 2007, tuvo inspección en julio de 2019 en la que "se detectaron distintos aspectos a subsanar, por lo que se emitió requerimiento para que se aportara documentación complementaria". La empresa respondió en octubre del año pasado aportando diversa información y un estudio de una ingeniería especializada, que entre sus conclusiones recogían que el vertedero era "estable con la configuración actual", aunque hacía algunas recomendaciones, como la necesidad de realizar un control de los materiales de llenado o "controles geotécnicos esporádicos de los materiales que se vayan vertiendo".

El Departamento señaló que el vertedero vizcaíno disponía de la autorización ambiental necesaria para "recibir residuos que contengan amianto", de acuerdo con la normativa europea "que fija los criterios para la admisión de algunos residuos peligrosos en vertederos destinados a residuos no peligrosos". Tras la autorización para la actividad de vertedero de residuos no peligrosos de origen industrial, se establece en ella "medidas y controles muy rigurosos para evitar o reducir al máximo las emisiones de estas actividades en la atmósfera, el agua y el suelo, incluidos los residuos".

Toneladas de amianto El departamento de Medio Ambiente recuerda que la autorización ambiental integrada concedida a la instalación le autorizaba a recibir residuos que contengan amianto, fijándose "las condiciones de descarga, tratamiento y depósito en el vertedero". En este sentido, detalló que la entrada total de residuos registrada en el vertedero fue de 379.689 toneladas en 2017; de 540.667 toneladas en 2018, y de 510.994 toneladas en 2019. Por lo que se refiere a las entradas de materiales de construcción que contienen amianto, como el caso placas, tuberías y canaletas de fibrocemento, las entradas fueron de 2.954 toneladas en 2017; 2.592 toneladas en 2018, y 4.235 toneladas en el año 2019. - DNA