madrid - El Aeropuerto de Barajas sufrió ayer una jornada accidentada. El vuelo con destino Toronto que tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia había despegado con retraso, al igual que otras aeronaves, debido a que el espacio aéreo de Madrid permaneció cerrado durante varias horas tras ser detectado un dron que ponía en peligro las maniobras de despegue y aterrizaje. Varios vuelos con destino a Madrid tuvieron que ser desviados a otros aeródromos del Estado y otros tuvieron que esperar el permiso para tomar tierra en la capital.
Este fue el caso del vuelo Bilbao-Madrid de Air Europa en el que viajaba la vizcaína Naiara Ortiz. “Antes de despegar en Bilbao nos han dicho que había problemas con algún dron en Madrid”, explicó ayer a DNA. “Yo no le he hecho mucho caso, porque creía que era el típico mensaje de bienvenida al vuelo, pero cuando ha dicho algo de drones nos hemos puesto todos en alerta”. El comandante del vuelo informó al pasaje de que alguien estaba jugando con drones en las cercanías de Barajas, por lo que habían cerrado el espacio aéreo de Madrid. Tras despegar de Loiu sin problemas, el pasaje volvió a recibir dos avisos desde la cabina de pilotos: “Nos ha dicho que no tenía información nueva sobre el tema y luego ha llegado un tercer aviso. Malas noticias, ha empezado el piloto, y luego nos ha hecho gracia porque ha dicho: Sigue con el droncito. Y nos han tenido dando vueltas por el cielo de Madrid unos veinte minutos”, relató Ortiz.
A pesar de lo poco habitual del incidente y de aterrizar con cuarenta minutos de retraso, la vizcaína aseguró que los pasajeros se lo tomaron con humor: “Nadie se ha cabreado porque entendíamos que Air Europa no tenía la culpa de nada. Lo importante era poder aterrizar bien y sin problemas”. - A. Gondra