BILBAO . La mortalidad por cáncer se reduce en Euskadi entre 2001 y 2017, de 428,9 a 363 fallecimientos por 100.000 habitantes en hombres y de 177,3 a 164,6 por 100.000 habitantes en mujeres, aunque crece de "forma significativa" la muerte de los pacientes aquejados de tumores como pulmón, cavidad oral y faringe o páncreas en mujeres o en mesioteliona, leucemias e hígado en hombres.
La consejera de Salud, Nekane Murga, ha valorado "positivamente", a través de un comunicado, los datos que muestran la bajada general, aunque ha insistido en la necesidad de "seguir reduciendo la mortalidad, aumentando la supervivencia y mejorando la atención a los pacientes".
Según han indicado el Departamento de Salud en vísperas del Día Mundial dedicado a esta enfermedad, que tendrá lugar este martes ,la mortalidad por cáncer ha descendido en Euskadi entre 2001 y 2017, de "forma significativa" en el caso de los hombres, y en menor medida en las mujeres.
En este sentido, la titular vasca de Salud ha valorado "positivamente" las cifras, aunque ha incidido en la necesidad de "profundizar en el esfuerzo" para seguir reduciendo la mortalidad, aumentando la supervivencia y mejorando la atención a los pacientes, tal y como pretende el Plan Oncológico de Euskadi.
Las cifras indican que la disminución de la mortalidad por cáncer en hombres se mantiene durante todo el periodo analizado, desde su inicio en 2001, cuando se contabilizaron 428,9 muertes por 100.000 habitantes. No obstante según han indicado, el descenso es "especialmente" destacado a partir de 2012, con una reducción anual del 2%, de tal modo que de 403,2 fallecimientos por 100.000 habitantes en 2012 se ha pasado, gracias a esa citada reducción por año, a 363 por 100.000 habitantes en 2017.
Según las cifras, en hombres, desciende "significativamente" la mortalidad por cáncer de laringe (-3,4%), esófago (-2,6), cavidad oral y faringe (-2,4), estómago (-2,2) pulmón (-1,9) y próstata (-1,6). Además, el cáncer de colon-recto solo disminuye de forma "significativa" desde el año 2012 (-4,6).
Por el contrario, la mortalidad masculina ha aumentado "significativamente" en el caso del mesotelioma (+3,5), cáncer del sistema nervioso central (+1,6), páncreas (+1,5), leucemias (+1,5) e hígado (+1,4).
En el caso de las mujeres, el descenso en la mortalidad "no resulta estadísticamente significativo" y se sitúa entre los 177,3 fallecimientos por 100.000 habitantes en 2001 y los 164,6 de 2017.
No obstante, desciende "significativamente", según las cifras, la mortalidad femenina por cáncer de vesícula y vías biliares (-3,2) y estómago (-2,1), pero aumenta "de forma significativa" en cáncer de pulmón (+4,9), cavidad oral y faringe (+2) y páncreas (+1,1).
La consejera se ha mostrado convencida de que las futuras reducciones de la mortalidad van a estar relacionadas con el mejor conocimiento molecular de la enfermedad y las nuevas terapias, en la medida en que se logre trasladar los avances en la investigación a la práctica clínica.
En ese sentido, ha recordado que Osakidetza mantiene activos en la actualidad un total de 390 proyectos de investigación en el ámbito oncológico, que es una de las principales áreas de investigación del sistema sanitario público vasco, con una financiación de 8,7 millones de euros.
MEDICINA PERSONALIZADA Además, ha anunciado que este lunes, 3 de febrero, "y respondiendo a uno de los objetivos establecidos en el Plan Oncológico de Euskadi 2018-2023", se ha constituido el Consejo Asesor de Medicina Personalizada de Euskadi, que comenzará su tarea en el ámbito de la oncología, y se extenderá previsiblemente en el futuro a otros campos de la medicina, tales como las enfermedades raras o las enfermedades cardiovasculares.
En ese sentido, Murga ha explicado que el campo de la medicina personalizada está "en continuo desarrollo e innovación" y ha dicho creer que este nuevo Consejo será una "herramienta fundamental" para asesorar al Departamento a la hora de adaptar las intervenciones médicas a las características individuales de cada persona, lo que supondrá aplicar acciones preventivas, diagnósticas y terapéuticas, con el fin de anticipar y evitar riesgos.
Junto a ello, la consejera ha recordado la trascendencia de la prevención y ha destacado el compromiso de la sanidad vasca con los programas que apoyan la reducción del consumo de tabaco, principal causante de cáncer y responsable de casi tres de cada diez muertes por esta enfermedad.
Al mismo tiempo, ha subrayado la importancia de los programas de cribado que Euskadi desarrolla y gracias a los cuales se logra la detección precoz del cáncer de mama y de colon, a los que este año se ha sumado el de cáncer de cérvix uterino.