Miami - Pablo Ibar, el vasco condenado a cadena perpetua en Estados Unidos por un triple asesinato cometido en 1994, aseguró que seguirá luchando hasta demostrar su inocencia y que se repita el juicio por la muerte en Miramar (Florida) de Casimir Sucharski, propietario de un club nocturno, y las bailarinas Sharon Anderson y Marie Rogers. Ibar, sobrino del que fuera boxeador José Manuel Ibar, Urtain, se encuentra en un centro de evaluación de Miami a la espera de que se tome una decisión de a qué prisión es enviado tras esquivar la condena a muerte.
Aunque Pablo Ibar reconoce que algunas personas pudieron sentir la sentencia de cadena perpetua “como un acto de misericordia”, Ibar recuerda en la carta que “no puede haber misericordia sin justicia” y que esta decisión judicial “todavía significa” que va a “morir en prisión por un crimen” que asegura que no cometió. - E.P.