MADRID. Pero no solo eso. La Guardia Civil tiene instrucciones precisas para vigilar que se cumplan los límites máximos de 90 km/h en las carreteras convencionales (en vigor desde enero), realizará 900.000 controles de alcoholemia y usará las 216 cámaras de alta definición y coches camuflados para controlar el uso del móvil al volante.
Y todo ello salpicado en los medios de comunicación y en las redes sociales con la emisión de los vídeos de las últimas campañas de concienciación que llaman la atención sobre el drama de los accidentes y sobre los "destinos" de vacaciones a los que nadie quiere llegar: el hospital, la cárcel o el cementerio.
Son medidas que forman parte del dispositivo especial de tráfico para el verano que este jueves han presentado en una rueda de prensa el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, y el director general de Tráfico, Pere Navarro, acompañados por el fiscal coordinador de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, y la subsecretaria de Interior, Isabel Goicoechea.
Según Marlaska, el número de desplazamientos por las carreteras será próximo a los 90 millones (43 millones en julio y 47 en agosto), lo que significa 1,5 millones más (1,66 %) respecto a julio y agosto de 2018. Un aumento que en parte se debe a la mejor situación económica.
El objetivo es que todos vuelvan sanos y salvos de sus vacaciones y que no se repitan los datos del año pasado, cuando en julio y agosto fallecieron en las carreteras 260 personas, es decir, 4 al día, con un incremento del 15 % respecto al año anterior, como ha recordado Marlaska.
Accidentes que causaron heridas graves a 940 personas, es decir, 15 al día, ha resaltado también el ministro, quien ha señalado que el 76 por ciento de los accidentes mortales se produjeron en las carreteras convencionales y que el 34 por ciento de los fallecidos eran usuarios vulnerables (peatones, ciclistas y motoristas).
La operación especial comenzará mañana a las 15.00 horas y tendrá cuatro fases prioritarias. La primera concluirá el lunes 1 de julio, mientras que la segunda se desarrollará entre el 31 de julio y el 1 de agosto; la tercera del 14 de agosto al 18 de ese mes (incluye el puente del 15 de agosto) y la cuarta del 30 de agosto al 1 de septiembre.
Entre las medidas, Marlaska ha citado el incremento en 20 del número actual de radares operativos a partir del 1 de julio, a los que se irán sumando otros 58, 15 de ellos de tramo, que irán entrando en servicio conforme se tengan las certificaciones correspondientes.
Doce helicópteros sobrevolarán las carreteras de la Península y de las islas y once drones ayudarán a controlar la circulación.
Habrá tres campañas especiales de vigilancia, dos de ellas enfocadas a los colectivos más vulnerables: para los ciclistas los días 13 y 14 de julio y para los motoristas el 27 y el 29 de ese mismo mes. La tercera campaña de control estará centrada en la velocidad y se desarrollará del 12 al 18 de agosto.
"Trabajar para garantizar la seguridad vial es una obligación, deber y responsabilidad del ministerio, pero también de todos, del conjunto de la sociedad", ha enfatizado el ministro, "moderadamente satisfecho" por el trabajo desarrollado este año, que ha permitido reducir la siniestralidad en 45 fallecidos hasta el día de hoy.
Y para el futuro, ha reconocido que no se debe ser "timorato" ni tener miedo a adoptar medidas que pueden ser aparentemente impopulares, por lo que ya ha advertido que si se forma Gobierno seguirá, por ejemplo, con el proyecto de aumentar de 3 a 6 el número de puntos a detraer por usar el móvil al volante.
Marlaska ha hecho hincapié en la necesidad de no beber si se conduce y ha recordado que en 2018 se dictaron 56.173 condenas penales por conducir con altas tasas de alcoholemia.
"Arriesgar no vale la pena", ha apostillado el ministro.