Este informe en el que ha colaborado la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Cocemfe) repasa los problemas de la movilidad reducida en el País Vasco, donde el 24 % de los afectados ha tenido que cambiar de casa.
Según los datos recabados por ambas organizaciones el 48 % de los vascos con movilidad reducida pasa muchos días sin salir de su vivienda debido a que el edificio en el que reside no está adaptado, por lo que "el hogar se convierte en una cárcel" para ellos, denuncia la directora de la Fundación Mutua de Propietarios, Laura López Demarbre.
El 55 % de los 117.700 afectados en Euskadi tienen problemas de movilidad sin ser usuarios de silla de ruedas, bien porque utilizan algún tipo de sistema de apoyo (muletas, bastón o andador) o simplemente porque tienen una deambulación inestable, mientras que el 43 % sí utiliza silla de ruedas manual o eléctrica.
El presidente de Cocemfe ha destacado este dato porque cuando se trata de alguien que usa una silla de ruedas la necesidad de adaptar el edificio "se detecta de una forma más clara", algo que no ocurre con personas mayores o con discapacidad orgánica que no pueden bajar las escaleras.
La normativa vigente atribuye a las comunidades de propietarios la responsabilidad de garantizar la accesibilidad en el edificio. El estudio detecta que las comunidades con mayor número de vecinos son las que menos acciones en favor de la accesibilidad han hecho, lo que pone en evidencia la complejidad de pedir ayudas para la rehabilitación en edificios con muchos residentes.
Por este motivo, la Fundación Mutua de Propietarios y Cocemfe reclaman crear un Fondo Estatal por la Accesibilidad Universal.
"Es imprescindible que se establezcan ayudas específicas para todas las comunidades vecinales que deban afrontar obras de accesibilidad", recalcan ambasentidades, que recuerdan que solo un 0,6 % de los 9,8 millones de los edificios de viviendas en España cumplen los criterios de accesibilidad.
Las escaleras y portal son los espacios de los edificios que producen mayores limitaciones. Para tratar de solventar esta situación, los principales recursos utilizados por los vascos con movilidad reducida son la ayuda de familiares y amigos (73 %), contar con personal profesional de apoyo (25 %) y recibir ayudas económicas (17 %).
Un 50 % dice que utiliza las nuevas tecnologías para sus gestiones y un 19 % para realizar compras por internet. No obstante, se percibe en el estudio una brecha digital que afecta a los mayores de 60 años y a quienes viven en zonas geográficas con servicios digitales menos desarrollados.