Fort Lauderdale (EEUU) - Pablo Ibar tendrá que seguir a la espera. El juez del caso decidió a última hora de ayer mantener la vista del 25 de febrero en la que se resolverá si imponerle la pena capital o la cadena perpetua, después de que decidiera no escuchar el testimonio del miembro del tribunal que dijo arrepentirse del fallo y de que el interrogatorio al jurado suplente, apellidado Black, que en teoría escuchó información que no debía no convenciera al magistrado.
Tras el varapalo del sábado, el miércoles se había abierto una ventana a la esperanza, cuando se conoció que uno de los miembros del tribunal que por unanimidad declaró culpable a Ibar se había arrepentido de su decisión. Así se lo trasladó al juez encargado del caso, Dennis Bailey, el martes, cuando los tribunales de Florida volvieron a abrir sus puertas.
Tras esta revelación, ayer era un día señalado. La jornada había comenzado con una de cal y otra de arena. Tal y como se temía, el juez Bailey rechazó citar a ese miembro del jurado para que explicara los motivos de su cambio de opinión, como pedía la defensa. Esa fue la parte negativa de la comparecencia de Pablo Ibar. La positiva fue que, en cambio, el magistrado, sí citó a Black, que, según la defensa, admitió haber recibido información que no debía. Cuando las deliberaciones sobre Ibar ya habían comenzado, Black escuchó la conversación por la que fue cuestionado ayer. En aquel momento, Black se encontraba trabajando en una suplencia de labores administrativas con otro juez de condado, que es quien mantuvo la señalada conversación con una abogada que ha formado parte del caso Ibar. Black se identificó entonces como jurado suplente y cuando la letrada se disculpó, él dijo que “no pasaba nada” y que “no era nada que no supiera ya”.
Cuando el juez Bailey le preguntó ayer qué oyó, Black aseguró que lo que recordaba era que era un caso que llevaba más de 20 años a vueltas . Tampoco recordaba haber oído si el juicio a Ibar era el primero -era repetición-, por lo que Bailey dejó marchar a Black, pese a que la defensa tenía otra cuestión más.
Para los abogados de Ibar, esto era importante, porque uno de los criterios de selección del jurado es que sus integrantes no supieran nada del caso. Tanto que quiso que el juez Bailey cuestionara al miembro del jurado si conocía alguna condena anterior de Ibar, pero el juez rechazó preguntar.
Pablo Ibar, que ha sido juzgado en tres ocasiones antes de este juicio por los asesinatos de Casimir Sucharski, Sharon Anderson y Marie Rogers, ocurridos en 1994, se enfrenta a la pena de muerte o la cadena perpetua tras el veredicto de culpabilidad dado a conocer el sábado.
Tras la decisión del juez Bailey, el juicio no se declara nulo, por lo que de momento no habrá una nueva deliberación, y el 25 de febrero arrancará una vista que determinará si el veredicto de culpabilidad se traduce en la pena de muerte o la cadena perpetua. A partir de ahí, Ibar podrá recurrir a la Corte Suprema de Florida, la que en 2016 ordenó repetir el juicio al apreciar graves defectos procesales y “ausencia de pruebas físicas” - DNA