ALGECIRAS - Agentes de la Guardia Civil, en el marco de la operación Allis Ubbo, han intervenido 480 kilogramos de cocaína en el puerto de Algeciras (Cádiz), y han detenido a 21 personas, diez de ellas trabajadores del puerto en distintos servicios como la estiba, empresas de transportes y transitarios de aduanas, que formaban un grupo criminal coordinado para introducir y sacar de las instalaciones portuarias grandes cantidades de sustancia estupefaciente.

Según explicó la Guardia Civil en una nota, la investigación se inició a raíz de un intercambio de información con la Policía Federal de Brasil y la Policía Judiciaria de Portugal, en la que se tuvo conocimiento del cierre de una posible operación de compra venta de cocaína en Madrid.

Así, centrados los investigadores en este posible encargo de sustancia estupefaciente, y con la prioridad de identificar desde su origen la entrada de la misma en España, pudieron constatar la existencia de una organización criminal afincada en el Campo de Gibraltar, que operaba con numerosos narcotraficantes asentados en el país y en otros países europeos. Además, pudieron comprobar la implicación de una red de estibadores portuarios, transportistas y transitarios que trabajaban para intermediarios perfectamente organizados que ofrecían sus servicios a las organizaciones de narcotraficantes.

La investigación se ha alargado durante meses, requiriendo una ardua labor operativa en la que pudieron detectar la presencia en España de miembros de organizaciones criminales de Colombia, Francia, Marruecos y Holanda, así como de otros países en menos medida, por lo que se coordinaron las actuaciones a través de Europol.

‘el maradona de la cocaína’ Las personas investigadas se encontraba el conocido como Maradona de la cocaína, asesinado recientemente cuando celebraba la Comunión de su hijo en Málaga. Según la Guardia Civil, las medidas de seguridad en estas reuniones se iban incrementando por sus asistentes, celebrando las misma en zonas cada vez más aisladas y solitarias, realizando contra vigilancias continuas así como un control exhaustivo sobre sus propios vehículos, lo que evidenciaba para los investigadores la inminente llegada de un posible envío de sustancia estupefaciente.

Así, en varias de esas reuniones, algún objetivo llegaba a hacer hasta 1.200 kilómetros en un solo día, entrevistándose con diferentes personas implicadas en esta trama en diferentes puntos de la geografía española.

A lo largo de la investigación también se pudo certificar por los agentes la compra de material informático y de telefonía encriptado por los miembros de la organización, cuya información era eliminada de forma remota en caso de ser detenidos, con el fin de no comprometer al resto del grupo. Este material era adquirido en una tienda de espionaje de la provincia de Cádiz, que fue registrado en fechas recientes, habiéndose intervenido abundantes efectos de interés para la investigación.

Analizando todas estas reuniones y continuando con una exhaustiva investigación sobre todos los que en ellas participaban, la Guardia Civil pudo constatar que esta organización disponía ya de las coberturas suficientes para poder introducir con éxito la sustancia en España. - E.P.