IRUÑEA. Fue la semana pasada, según ha informado hoy la Comandancia, cuando se presentaron sendas denuncias en Iruñea por parte de dos peregrinas estadounidenses que hacían el camino junto a unos amigos.

Una de las jóvenes manifestó sentirse "perjudicada por unas amenazas realizadas por un hombre que había conocido en un albergue y que al parecer la estaba siguiendo".

La otra comunicó que "un peregrino portugués la había intimidado y le había dado un beso en la boca sin su consentimiento, llegando incluso este a masturbarse en su presencia".

Tras las descripciones físicas aportadas por las denunciantes, y con la colaboración de trabajadores de distintos albergues y establecimientos hosteleros, los agentes localizaron al sospechoso en la estación de autobuses de Lizarra cuando se disponía a poner rumbo a Portugal.