Iruñea - “Nuestra intención es denunciar, pero estaremos a lo que nos diga el abogado. Es por nuestra madre y por la memoria de nuestro padre, pero también para que esto no vuelva a pasar. No puede volver a pasar”, explicaron ayer con entereza pero también sorprendidos y dolidos por que el caso del fallecimiento de su padre por legionela en el Hospital de Tutera haya salido a los medios 12 días después de que muriera, sin que nadie se hubiera puesto en contacto con ellos antes. Lo que la familia tenía seguro es que “nuestro padre ha muerto por una enfermedad grave cogida en el Hospital Reina Sofía de Tudela. Por eso muere. Si no entra en el hospital no se muere”.
Desde el 18 de enero El calvario de la familia de Alfonso Medina Pedraza (de 77 años, casado con María Pilar Lázaro y con seis hijos) comenzó muchos días antes. Tras un breve paso por el hospital entre los días 2 y 4 de enero por un catarro, le envíaron a casa con atención domiciliaria y oxígeno. Alfonso se recuperó pero el día 18 de enero sufrió una subida de azúcar, una bajada de tensión y además no podía orinar. Con ese cuadro ingresa en la habitación 306 en la que permanecerá hasta el día 25. “No tenía neumonía ni nada y pasados dos o tres días le detectaron neumonía, le sondaron y le aplicaron un antibiótico con el que evolucionó pero no mejoró del todo. A partir de los primeros días le cambiaron la medicación porque veían algo raro, de un pulmón le pasó al otro. No siguieron el protocolo que marca a los pacientes con una EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) y no le hicieron ningún análisis de orina hasta el día 4”. Le pasaron entonces solo a la habitación 303, donde empeoró notablemente, le pusieron mascarilla y respiración asistida.
La situación se volvió mucho más grave y finalmente el día 4 de febrero Alfonso Medina ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), “entonces es cuando le detectaron la legionela. Ésa fue la primera vez que nos hablaron de legionela porque en los análisis que realizaron se mostraba claramente que decían ‘Neumococo-negativo’, ‘Legionella-positivo’”. Al día siguiente, el 5 de febrero, técnicos de Salud acudieron a su domicilio para tomar muestras de agua y también de la habitación 303, “nosotros les insistimos en que cogieran también de la 306”. Tres días más tarde de ingresar en la UCI, falleció de legionela. “Nuestro padre hacía vida normal, iba a comprar el pan, a echar la partida de cartas y no llegó con una enfermedad grave. La cogió en el hospital. Es falso que tuviera varias patologías”.
La familia Medina Lázaro se mostró ayer molesta por el “ocultismo” y por la falta de información. “Nadie nos ha llamado en este tiempo y lo hemos visto en la prensa sin saber nada. Lo más indignante es que nadie ha hablado con nosotros antes de que saliera en prensa. Nosotros no hemos ido a la prensa y el personal del hospital tampoco”.
El departamento Desde el departamento de Salud señalaron ayer que no informaron antes a la familia “porque hasta hoy (por ayer lunes) no se ha conocido cuál era el origen de la legionela, que confirma que estaban en el hospital. Una cosa es que se les dijese que había fallecido por legionela (lo que sí se les dijo), y otra que se supiese el origen, cosa que se ha sabido hoy (por ayer lunes)”.
Además hicieron hincapié en que “no es que haya habido ocultación de información en ningún momento. Normalmente no se informa de estos casos a la opinión pública también por respeto a la confidencialidad del paciente”, al tiempo que recordaron que Alfonso Medina sufría “varias patologías”, que le hacían más proclive a contraer la enfermedad porque de hecho “no hay constancia de que ningún paciente más esté afectado”.
Por último señalaron que ayer mismo desde el departamento de Salud se informó a la familia, al tiempo que “la gerencia del Hospital Reina Sofía se ha reunido con ellos”. - Fermín Pérez-Nievas