Iruñea/Zarautz - Pese a todas las campañas de concienciación que todos los ayuntamientos vascos han puesto en marcha para evitar los abusos sexuales en fiestas, la realidad es que el goteo casos sigue creciendo. Si el jueves conocíamos una segunda denuncia por agresión sexual en poco más de una semana en Zarautz, el primer día de las fiestas de San Fermín se saldó con la detención de J.F.S., un barcelonés de 34 años, por un presunto delito de abusos sexuales. Este hombre, al que vieron efectuar tocamientos a distintas mujeres, había sido expulsado de un bar del Primer Ensanche pero regresó al establecimiento y cometió similares tocamientos contra otra mujer. Ayer se conformó en el juzgado de guardia a una multa de 2.880 euros y a pagar 500 euros a la víctima como indemnización por un delito de abusos sexuales. La sentencia es firme. El primer día se registró otra denuncia por abusos consistentes en tocamientos.
Asimismo, ayer se conoció que Antonio Manuel G.E., el guardia civil sevillano acusado junto a cuatro amigos de la violación en grupo de los pasados Sanfermines, de la que hoy se cumple un aniversario, ha presentado su escrito de defensa de cara al juicio que en octubre le sentará en el banquillo de la Sección 2ª de la Audiencia Provincial. En dicho escrito sorprende que el propio agente viene a reconocer que fue el autor del robo del móvil que sufrió la víctima. Su letrado lo califica como delito de hurto. La Fiscalía lo tipifica como robo con intimidación y solicita dos años de cárcel solo por este delito. Además pide 20 años y 10 meses más por la agresión y la grabación de los hechos.
Más seguridad en Zarautz
Situación similar se vivió ayer en Zarautz, donde la localidad volvió a decir basta ya a las agresiones sexuales, después de que dos menores de edad hayan sufrido sendas violaciones en apenas nueve días. Las autoridades han decidido también tomar cartas en el asunto, por lo que la Ertzaintza ya ha aumentado su presencia en las calles del municipio costero, fruto de un acuerdo con el Ayuntamiento, tal y como anunció ayer Xabier Txurruka. El alcalde de Zarautz encabezó una nutrida representación institucional que acudió a la masiva manifestación con la que zarauztarras de todas las edades mostraron ayer su repulsa ante la agresión sufrida la madrugada del jueves por una joven extranjera de 17 años cuando se dirigía de vuelta al cámping. Es la segunda en apenas nueve días. Y, de nuevo, con una menor como víctima, ya que el pasado 27 de junio la agredida tenía 16 años.
Estamos “muy preocupados”, confesó Txurruka, quien anunció un nuevo dispositivo de seguridad para el verano en el municipio. “Al tener estas dos denuncias por agresión sexual en tan poco espacio de tiempo, hemos visto necesario aumentar la presencia de ertzainas en las calles, una medida que estará en vigor hasta que pasen las Euskal Jaiak”, explicó el primer edil en referencia a las fiestas del 9 de septiembre. De este modo, la presencia policial se verá reforzada, sobre todo en las zonas “más conflictivas” y de mayor afluencia de gente. “Los ertzainas estarán a disposición de quien lo necesite”, apostilló Txurruka, quien hizo hincapié en que la Ertzaintza “va a poner más medios, más efectivos” para que “las chicas, las mujeres de Zarautz, puedan andar con tranquilidad de día, de noche, en fiestas y cuando no lo sean”. De hecho, el alcalde se referirió a que las dos agresiones han tenido lugar “fuera del ámbito festivo” y “del centro”, ya que la primera sucedió “en el ámbito privado, en un local” y la del jueves en la playa.
La agresión del 27 de junio, martes, ocurrió concretamente en un local del agresor, un joven vecino de Zarautz de 18 años, al que acudió con la víctima, una menor de 16 años de Pamplona, tras haberse conocido en la zona de Munoa, donde se celebraban varios conciertos con motivo de las fiestas de San Pelayo. Fue en ese lugar, cercana a la estación EuskoTren, donde consumió la agresión sexual. No obstante, el joven fue detenido el mismo día y se encuentra en prisión.