Ardua tarea la que les aguarda a los miembros del jurado para determinar si Luis Serrano es culpable o no de la muerte de su hijo. Los expertos encargados de arrojar luz sobre el caso no se ponen de acuerdo. Los forenses del Instituto de Medicina Legal defienden que “lo más probable” es que Julen muriera de manera acciden0tal cuando trataba de abrir el tapón de una hucha con un cuchillo. Un extremo que descarta por “inverosímil” el antropólogo forense Paco Etxeberria que, a petición de la acusación particular, expuso ayer las conclusiones de un informe que apunta al homicidio como causa más probable.

Cinco peritos comparecieron ayer juntos en el mismo acto para exponer sus argumentos y escuchar los del resto, tal y como establece la ley, para valorar si modifican sus tesis. Las posturas son diametralmente opuestas.

Los miembros del jurado lo tienen complicado porque los razonamientos pueden llegar a resultar igual de convincentes. Luis Miguel Querejeta, jefe del servicio de patología forense del Instituto Vasco de Medicina, estuvo presente en el acta del levantamiento del cadáver aquel fatídico diciembre de hace seis años. Explicó ayer que Julen falleció por “un taponamiento cardíaco” tras sufrir una lesión en el ventrículo derecho del corazón. El arma blanca entró en su costado izquierdo con una profundidad de entre siete y ocho centímetros.

¿Pero cómo penetró ese cuchillo? Este experimentado forense, que estuvo presente en la primera inspección ocular del domicilio en el que tuvieron lugar los hechos, señaló que “es posible” una muerte suicida, y que lo ocurrido es también “claramente compatible” con un accidente. “Tanto en un caso como el otro, el movimiento a realizar es el mismo”, dijo.

El forense indicó que es “fundamental” tener en cuenta la trayectoria de la herida, “que es diagonal”. “Si apuñalo a alguien de frente, la herida iría de arriba abajo y no en diagonal. Por eso la homicida es una hipótesis que se excluye, a pesar de hay que tener en cuenta que en los casos de muertes por arma blanca no existen normas generales”.

“Inverosímil para Etxeberria” Sus argumentos parecían rotundos, pero la declaración posterior del forense Paco Etxeberria introdujo nuevos elementos de discusión que deberán tener en cuenta los miembros del jurado. El prestigioso antropólogo, que declaró como perito de parte de la acusación, discrepa abiertamente. Etxeberria también participó en las diligencias de investigación y ha emitido dos informes al respecto. Estima que es “inverosímil” que Julen se clavara el cuchillo accidentalmente tratando de quitar el tapón a la hucha “porque la fuerza que se requiere con la herramienta en ese caso es de palanca, hacia arriba, y no de empuje. Es decir, hay que darle oblicuidad al cuchillo, por lo que es discutible que el filo pueda penetrar en el cuerpo entre siete un ocho centímetros”.

Además, en respuesta a la versión ofrecida por los médicos forenses que descartan el homicidio, consideró que no tiene por qué haber un desplazamiento en las heridas entrantes. “Es posible provocar una herida a una persona en el tórax sin que haya un ensanchamiento de la herida”, replicó para lanzar a renglón seguido una pregunta que, en ese momento, parecía definitiva. “A todo esto. ¿Dónde estaba la hucha? Porque no se encontró en el suelo”, aseguró tras haber analizado las 150 fotografías que vio para realizar su informe pericial.