Melilla - El primer salto masivo de este año en la valla de Melilla se ha saldado ayer con 110 inmigrantes que lograron llegar al centro de acogida de la ciudad, tres guardias civiles heridos y restricciones en la frontera con Marruecos. Un grupo de unos trescientos subsaharianos intentó hacia las siete de la mañana saltar la alambrada entre España y Marruecos en su zona sur, de los que 110 consiguieron entrar en Melilla.

La Guardia Civil solicitó a la Cruz Roja que asistiera a tres de los inmigrantes, pero se ha comprobado que se encontraban bien, tras un salto que la Delegación del Gobierno en Melilla calificó de “violento”.

Los inmigrantes Lanzaron piedras contra las fuerzas de seguridad, y tres guardias civiles sufrieron heridas que no revisten gravedad: uno de ellos por un garfio de los utilizados por los subsaharianos para escalar la alambrada, otro al recibir una patada y un tercero en una caída.

También sufrieron daños varios vehículos de la Guardia Civil, según la Delegación, “como consecuencia del lanzamiento de piedras, patadas y golpes por parte de los subsaharianos”.

La Guardia Civil y las fuerzas especiales marroquíes frenaron la entrada del resto del grupo, mientras que los que consiguieron entrar en Melilla fueron dirigidos al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).

Los inmigrantes recorrieron la ciudad a pie, en grupos que coreaban “bossa, bossa”, un grito en señal de victoria, mientras eran conducidos por la Policía y la Guardia Civil. La entrada de los que han logrado saltar la valla ha supuesto un repunte en la ocupación del CETI. - Efe