bruselas/idomeni - El caos y la muerte marcaron ayer las primeras horas de vigencia del pacto alcanzado entre la Unión Europea (UE) y Ankara para devolver a Turquía a todos los inmigrantes que lleguen a las islas griegas, para frenar el flujo de refugiados y poner fin al negocio de las mafias de traficantes.

Mientras el destino de los más de 48.000 asilados que permanecen en campos de acogida o improvisados en territorio de Grecia -como es el caso de Idomeni, donde se amontonan 12.000 personas- sigue en el aire, otros ni siquiera consiguen llegar a tierra firme. La guardia costera helena rescataba ayer otros cuatro cadáveres que flotaban en el mar Egeo, concretamente los de dos adultos y dos niñas de 1 y 2 años.

A todo esto hay que sumar la tensión que se vive en la frontera. La ONG Médicos sin Fronteras denunció supuestas agresiones de la Policía y el Ejército macedonios a asilados en el campo de refugiados de Idomeni (en la frontera entre Grecia y Macedonia).

Según el acuerdo, todo inmigrante llegado a las islas griegas desde ayer debe ser devuelto directamente a Turquía si no tiene derecho a protección internacional o no solicita el asilo. Ello excluirá, no obstante, “todo tipo de expulsión colectiva”, según el acuerdo que los Veintiocho y Turquía cerraron el pasado viernes.

Según dijo la Comisión Europea a través de la red social Twitter, Bruselas y los Estados miembros “están decididos a hacer funcionar el plan entre la UE y Turquía”. Desde la medianoche del sábado al domingo, hay oficiales turcos en las islas griegas y oficiales griegos en Turquía para asegurar el cumplimiento de lo pactado. La UE asumirá el coste de las operaciones de retorno de los inmigrantes irregulares.

Además, por cada sirio que sea devuelto a Turquía desde las islas griegas, otro sirio será admitido en la UE, “teniendo en cuenta los criterios de vulnerabilidad de la ONU”. Ese intercambio comenzará a partir de abril. La prioridad será para los inmigrantes que no hayan entrado o intentado entrar irregularmente en la UE, según este acuerdo.

traslados Ya sobre el terreno, las autoridades griegas trataban de convencer a los migrantes de Idomeni de aceptar el traslado a uno de los campos organizados en territorio heleno a la espera de la puesta en marcha del plan europeo para reubicar a 160.000 personas en territorio de los 28.

Los países miembros de la UE apenas han aceptado poco más de 700 a pesar de las cuotas pactadas, si bien el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, volvió a insistir tras la firma del acuerdo UE-Turquía que las reubicaciones desde Grecia deben alcanzar las 6.000 mensuales y conminó a los países miembros a mostrar “solidaridad”.

En el campo fronterizo de Idomeni, Abdelatif, ingeniero procedente de Alepo, en Siria, explicaba que no quiere ser reubicado dentro de Grecia, y que no tiene más opciones que cruzar la frontera: “Envié a mi familia a Düsseldorf, en Alemania, y ahora quiero reunirme con ellos”, dice con tristeza. Abdelatif tiene cuatro hijos, el mayor de 17 años -que empieza a estudiar Medicina en Alemania- y el menor de cinco; todos se trasladaron con su mujer a la ciudad alemana cuando las fronteras estaban abiertas mientras él se quedó en Siria vendiendo sus posesiones para tener un poco de dinero con el que empezar de nuevo.

La opinión de Abdelatif es que muchos, entre ellos él mismo, no tienen ya paciencia para seguir el curso legal y explica que “la gente (en Idomeni) cruzará la frontera, ya sea legal o ilegalmente”.

Médicos sin Fronteras aseguró ayer haber atendido durante este fin de semana a 13 personas en Idomeni tras ser agredidas supuestamente por la Policía y el Ejército macedonios, según informó en su cuenta de Twitter. Denunció además nuevos ataques en las últimas horas así como maltratos de todo tipo a los refugiados. “Decenas de personas están informando de que la Policía macedonia les rodean, les roban todos los objetos de valor y finalmente les golpean con barras de metal”, según explicaron desde la ONG. Algunos pacientes de los centros médicos de la organización aseguran además que fueron retenidos a lo largo de la tarde del sábado en un edificio abandonado donde efectivos de la Policía macedonia procedieron a golpearles durante horas.

El Gobierno heleno ha empezado a vaciar los centros de registro de las islas del Egeo, y desde ayer la frontera marítima está cerrada a los inmigrantes irregulares que llegan a Grecia desde ese país. Después del traslado el sábado de 2.500 personas desde Lesbos al puerto septentrional de Kavala, ayer zarpó nuevamente un ferry con 1.300 refugiados a bordo con el mismo destino.

También por la mañana llegaron cerca de 1.600 refugiados desde la isla de Quíos a Elefsina, localidad portuaria en la región capitalina de Ática.

Los refugiados que aún quedan en las islas, 7.136 según cifras oficiales, serán transportados a los puertos de Skaramangas, (Ática occidental), Volos (Grecia central) y Kavala (noreste de Grecia), desde donde serán trasladados a centros de acogida en todo el país, facilitadas por el Ejército griego. Las autoridades tratan de evitar con esto que el puerto ateniense del Pireo se llene todavía más, pues allí se acumulan ya unas 4.300 personas.

A los centros de las islas de Lesbos, Quíos, Kos, Samos y Leros han llegado en las últimas 24 horas 875 refugiados, según los datos publicados ayer por el centro de gestión de la crisis del Gobierno, aunque en estos no hay desglose de los que llegaron antes y después de la aplicación del acuerdo de expulsión.

Desde ayer esos centros se convierten en el destino final del viaje, pues allí los migrantes y refugiados deberán optar o bien por solicitar asilo en Grecia o por ser devueltos a Turquía. Cada caso será analizado de forma individual, por lo que las primeras devoluciones no tendrán lugar hasta dentro de dos semanas.

tragedia en el egeo Mientras, la tragedia continúa y la falta de soluciones siguen cobrándose vidas. Según informó la guardia costera helena, los cadáveres de dos niñas, de 1 y 2 años, fueron hallados ayer por la mañana flotando en el mar junto al islote de Ro, cerca de la isla de Rodas. Posteriormente, dos hombres fallecieron en la isla de Lesbos.

El suceso se produjo tras la llegada a la isla de un bote inflable con unos 70 refugiados a bordo. Dos de los tripulantes, de 39 y 36 años, llegaron a la playa ya inconscientes. Desde allí fueron trasladados inmediatamente en una ambulancia al hospital de la capital de la isla, Mitilene, donde solo pudo certificarse su defunción.

Horas antes, la guardia costera había detectado un bote con 57 personas a bordo -cerca del citado islote de Ro- del que habían caído las dos niñas. La guardia costera halló poco después los cuerpos de ambas y los trasladó al centro de salud de la isla de Kalymnos, donde igualmente tan solo pudo certificarse su muerte. - DNA/Efe/E.P.