GAsteiz - Las madres y los padres vascos se consideran iguales a la hora de afrontar la crianza de sus hijos y de proporcionarles bienestar y cuidados. Sin embargo, cuando llega el momento de hacer realidad estas tareas la igualdad se convierte en desigualdad y son las mujeres las que cargan con más peso. Esa disociación entre lo que “debe ser” y lo que en realidad “es” se evidencia en una investigación sobre la Implicación de los padres vascos en la crianza: impacto en la corresponsabilidad y en el trabajo productivo. De las entrevistas realizadas para el estudio se deduce que “en términos generales, hay consenso entre las mujeres y hombres en que la mayor parte de las tareas domésticas y de cuidado están principalmente en manos de las mujeres”.

Acercar la realidad del día a día en los hogares a la teoría de la igualdad y coparentalidad requiere cambios en la cultura del trabajo, medidas económicas que faciliten la conciliación y permisos de maternidad y paternidad iguales e intransferibles, entre otras medidas. Algunas de estas recomendaciones se incluyen en la Estrategia vasca por la inversión en la familia que el lehendakari presentará mañana y que no solo busca revertir la alarmantemente baja tasa de natalidad de Euskadi, sino, fundamentalmente, establecer un marco general más propicio para la creación de familias y proyectos igualitarios de desarrollo.

“Lo que más nos ha sorprendido de los resultados de la investigación es la prevalencia de la desigualdad en tiempos de igualdad, ese discurso antagónico en el que la ideología va por un lado y la realidad por otro”, dijo ayer Ritxar Bacete, coordinador del estudio sobre la implicación de los padres vascos en la crianza de sus hijos. Una consecuencia preocupante de la diferente “carga de trabajo” de padres y madres dentro del hogar es que “estamos creando modelos de referencia y estructuras no igualitarias en un contexto de aparente igualdad cultural y relacional”. “Cuando preguntas a los hombres hay una percepción de que hacemos las cosas al 50%, pero cuando vas a hechos concretos te encuentras con que te dicen: yo cuelgo cuadros y ella limpia, plancha, lleva a los niños al médico... Esa percepción de igualdad, aunque haya una desigualdad muy profunda, puede hacer que traslademos un mensaje falso a los niños y niñas. Les estamos diciendo que la igualdad está conseguida y sin embargo tenemos prácticas muy desiguales”, explicó Bacete.

Definición de roles Leire Gartzia, investigadora principal en la Universidad de Deusto, señaló que para que las labores de crianza de los hijos sean igualitarias es importante intervenir en el momento del nacimiento del primer hijo. “Es cuando hay que definir todos esos roles que se desempeñarán y coger los permisos de paternidad o maternidad que luego van a definir el tipo de relación de los padres con las criaturas durante los primeros meses y que son fundamentales para la relación posterior. Es un momento clave de intervención que depende de factores muy diversos, algunos de tipo ideológico dentro de la pareja, como quien decide o no decide quedarse en ese momento en casa, pero también de factores estructurales”, destacó Leire Gartzia.

La investigación presentada ayer en la primera de tres jornadas sobre Paternidades, trata de conocer los valores, la intensidad y la calidad de las relaciones de cuidados de los hombres que viven en Euskadi respecto a sus parejas, hijas e hijos. La premisa de partida es que la implicación de los padres en la crianza conlleva importantes beneficios, “revierte en el desarrollo integral de los hijos, de la pareja y ayuda a eliminar estereotipos de género”.