Atenas - La presión migratoria en Grecia aumenta, con 30.000 personas atrapadas tras llegar de las islas del Egeo y no poder continuar su camino debido al cierre de las fronteras de la ruta balcánica, según cálculos del Gobierno griego. Más de un tercio, unas 12.000, se encuentran en Idomeni, en la frontera con la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM), un campo que en principio solo tiene capacidad para acoger a 2.500 personas.
Según relatan los medios presentes en el lugar, el campamento amaneció ayer convertido en un barrizal tras las lluvias torrenciales que cayeron durante la noche y que incrementan aún más el temor de ONG como Médicos sin Fronteras a brotes infecciosos a causa de la contaminación de las aguas. La situación se repite, a diferentes escalas, en otras zonas del país, como el puerto del Pireo, el mayor de Grecia y punto de llegada de los refugiados procedentes de las islas del mar Egeo, donde 3.000 personas se han instalado en cuatro salas de espera habilitadas para ello o en tiendas de campaña, ante la falta de espacio.
Antes del cierre de las fronteras, el Pireo era una zona de tránsito donde los que llegaban de las islas pasaban unas horas hasta que eran reubicados en campos de refugiados en otras zonas del país, pero la superpoblación de los centros ha dejado a miles de personas en la calle.
Solo ayer, más de 6.200 refugiados y migrantes fueron identificados en las islas del Egeo y esperan para ser trasladados desde Lesbos, Chios y Samos a El Pireo y a Kavala, en el noreste del país.
La presión migratoria sobre Grecia aumentó desde que Macedonia decidió permitir el paso por su territorio solo a los sirios e iraquíes portadores de documentos identificativos válidos y cerrar la frontera totalmente para los ciudadanos afganos y el resto de nacionalidades, consideradas automáticamente como migrantes económicos.
El 60 % de los que llegan son mujeres y niños, un aumento considerable en comparación con el pasado septiembre, cuando ese grupo era el 27 %, según informó Katerina Kitidi, portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Casi 135.000 migrantes han cruzado el Mediterráneo en lo que va de año, de los cuales más de 125.000 llegaron a las islas griegas, procedentes en su mayoría de Siria, Afganistán e Irak, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
financiación de emergencia La Comisión Europea (CE) anunció ayer la concesión de 3,5 millones de euros de financiación de emergencia a Grecia para aumentar su capacidad de acoger a demandantes de asilo, después de que se comprometiese en diciembre a crear al menos 50.000 plazas. El Ejecutivo comunitario explicó ayer en un comunicado que esta ayuda permitirá cubrir parte de los costes en recursos humanos en los primeros centros de recepción que se establecerán en las islas griegas de Lesbos, Quíos, Samos, Leros y Kos.
Esta financiación procederá del Fondo de Seguridad Interna (ISF) y debe reforzar la capacidad de Grecia para gestionar de manera efectiva los flujos migratorios sin precedentes en el país y el funcionamiento adecuado de los sistemas de identificación, registro y recepción de ciudadanos de naciones no comunitarias. La ayuda permitirá incrementar de manera “significativa”, según Bruselas, el número de personal especializado, lo que ayudará a reducir la duración de los procedimientos de registro.
La CE anunció también ayer en Berlín la puesta en marcha de los dos primeros proyectos, dotados con 95 millones de euros, dentro del plan de acción con Turquía para afrontar la crisis de los refugiados.
El comisario de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis, Christos Stylianides, aplaudió los primeros “resultados concretos” del acuerdo alcanzado entre los Veintiocho y Ankara, por los que la UE aportará hasta 3.000 millones de euros para la atención de los 2,5 millones de refugiados sirios que Turquía ha acogido. “Hoy podemos anunciar dos proyectos en áreas muy específicas dentro del instrumento (comunitario para refugiados en Turquía) y esto es un signo mayor positivo para demostrar que podemos obtener resultados concretos en el terreno a través de nuestro acuerdo con Turquía”, aseguró Stylianides en rueda de prensa.
El primer proyecto, con 55 millones de euros que empleará al Fondo de Emergencia de la ONU para los Niños (UNICEF), servirá para dar educación formal a 110.000 menores sirios refugiados en el sureste de Turquía (a sumar a los 200.000 a los que ya financia la UE en este país).
Esta iniciativa, explicó el comisario, es un “concepto clave” porque “la educación es el fundamento de todo lo demás” y porque dará a los menores una “perspectiva”.
El segundo proyecto, de 40 millones de euros, pretende proveer de alimentación básica a 735.000 refugiados sirios a través del Programa Mundial de Alimentos (WFP), una organización de la ONU, y busca asimismo una repercusión positiva sobre el comercio local.
Stylianides celebró también la aprobación, el pasado miércoles, del mecanismo común para que la CE pueda prestar, a través de intermediarios, asistencia humanitaria a refugiados dentro de la UE, que cuenta con 700 millones de euros para el periodo 2016-2018.
“El nuevo instrumento, con nueva base legal, nos da la habilidad y capacidad de proveer de asistencia humanitaria dentro de la UE, para países miembros que están sobresaturados financiera y administrativamente” por la crisis de los refugiados. A este respecto, el comisario añadió que la CE está lista para firmar “inmediatamente” acuerdos concretos con ONG y agencias para asistir a los peticionarios de asilo.
Stylianides subrayó que ningún país “puede afrontar en solitario esta crisis de refugiados sin precedentes”. - Efe