madrid - El refugiado sirio Osama Abdul Mohsen, que se dio a conocer al ser agredido por la periodista húngara Petra Laszlo, afirmó ayer que quiere “justicia” para la periodista y que “no la perdona” porque lo que hizo fue “inhumano”. En declaraciones a los periodistas, acompañado por su traductor -el joven Mohamed Labrouzi, alumno de Centro Nacional de Formación de Entrenadores (Cenafe)-, Osama pidió “justicia” para Laszlo, la periodista que le pateó y le puso la zancadilla junto a la frontera con Serbia, porque no entiende “cómo pudo hacerle eso” a un padre con su hijo pequeño en brazos. “Primero quiero dar las gracias y lo siguiente que, por favor, todo el mundo mire a mi gente en Siria, necesitamos ayuda”, dijo en inglés.
Osama explicó que consiguió llegar a Múnich, Alemania, donde estuvo viviendo durante dos días “gracias” a un chico árabe que le facilitó la llegada, hasta que fue llamado por Cenafe.
El refugiado sirio reiteró, junto a sus dos hijos, que está “muy contento y agradecido” y que uno de sus principales propósitos es “aprender español cuanto antes”. - Efe