MADRID. La Fundación CEA advierte de que un conductor deshidratado comete los mismo errores al conducir que aquellos que lo hacen bajo los efectos del alcohol, con un nivel en sangre de 0,8 g/l. Según detalla, si un conductor circula a 90 kilómetros por hora con calor, ante una situación inesperada recorre 41 metros antes de tocar el freno, mientras que estando en un ambiente más fresco recorrería 16 metros.
Por ello, recomienda varios pasos a seguir para que el calor no sea una causa de accidente al volante, como ventilar el vehículo antes de salir si ha estado aparcado al sol; evitar las horas centrales del día, cuando el sol es más agresivo; llevar gafas de sol, beber líquidos; y descansar media hora cada 200 kilómetros y realiza estiramientos de piernas y brazos.
Del mismo modo, apunta que hay que conducir con ropa adecuada. Según la fundación, uno de cada cuatro conductores circula en verano con ropa de baño, un tipo de vestimenta que no es recomendable porque en caso de un accidente el daño causado será mayor.
Además, aconseja aparcar a la sombra durante las paradas, nunca dejar dentro del vehículo a niños o animales, aunque el tiempo de espera sea corto, y realizar comidas ligeras y frescas que eviten que aparezca el sueño.
Pero no sólo las personas se ven afectadas por el calor de la época estival. Fundación CEA recuerda que los vehículos también sufren y que es necesario revisar los neumáticos y frenos, así como el líquido refrigerante, la batería, el aire acondicionado, el radiador o los neumáticos.