Madrid - Mañana lunes se cumple un año desde que la comunidad internacional reconociera la existencia de un brote de ébola en África, una epidemia que se ha cobrado la vida de al menos 10.000 personas y que, según Médicos del Mundo, sigue sin estar controlada.

Pese a que el nivel de infecciones ha bajado considerablemente y se sitúa en los cien casos por semana frente a los más de mil que se registraban entre noviembre y diciembre de 2014, el vocal de Operaciones Internacionales de Médicos del Mundo, José Félix Hoyo, aseguró que aún queda mucho por hacer. “Las cifras son similares a las de agosto del año pasado”, advirtió Hoyo en un comunicado en el que alertó de que “bajar la guardia ahora podría implicar un repunte a cifras similares a las que se llegaron a finales del 2014”. Así, Médicos del Mundo cree oportuno que, un año después y “con la luz al final del túnel” se estudien los determinantes de la epidemia en el pasado para poder corregirlos en el futuro y evitar que esto vuelva a ocurrir.

Reacción lenta En este sentido, esta organización denunció la lentitud de reacción de la comunidad internacional y la falta de recursos para adoptar medidas adecuadas de prevención en las fases iniciales de baja incidencia “que podrían haber evitado la rápida expansión del brote”. Lamentó, asimismo, la “europeización” del brote con los primeros casos de infección fuera de las fronteras africanas que ha puesto de manifiesto que la supervivencia es directamente proporcional al estado de salud previo de los pacientes y a las posibilidades de recibir una atención sanitaria de calidad.

Médicos del Mundo alertó, además, de que la epidemia ha detenido el progreso de los países más afectados por el virus y subrayó la urgencia de dar una respuesta adecuada y conjunta entre los países afectados y la comunidad internacional para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible, la lucha contra la desigualdad, el derecho a la salud y la cobertura sanitaria universal.

También desde Acción contra el Hambre alertaron de la crisis económica causada por la reducción de los ingresos a nivel nacional e individual y que se verá acentuada por los efectos de las cuarentenas y las restricciones a la movilidad derivadas de la enfermedad. Así, sólo en Guinea, la economía se ha ralentizado un 75% en el medio urbano y un 68% en el medio rural y se estima que en el último año habrá una bajada de la producción alimentaria de alrededor de 130.000 toneladas.

Además, advirtió de que la población ha comenzado a adoptar mecanismos drásticos de supervivencia como la reducción de dos a una en el número de raciones diarias de comida. A esto hay que añadir que el sistema de salud del país está colapsado por la enfermedad, con un personal sanitario exhausto tras un año de epidemia, lo que provoca el aumento de la prevalencia de otras enfermedades relacionadas con la desnutrición, explicó José Manuel Madrazo, técnico de nutrición de Acción contra el Hambre. - Efe

Aniversario. El 23 de marzo de 2014 la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció oficialmente que el ébola se estaba extendiendo por África Occidental.

Infecciones. El nivel de infecciones ha bajado considerablemente, a alrededor de 100 casos por semana, muy lejos de los más de mil que se observaron entre noviembre y diciembre de 2014.

Víctimas. Oficialmente esta crisis sanitaria se ha cobrado la vida de más de 10.000 personas y más de 24.000 se han contagiado de la enfermedad. Se había hecho una predicción de 1,5 millón de casos que no iban a ser estrictamente en los países afectados.