MADRID. Estas son algunas de las conclusiones del informe "La realidad de la cirugía estética en España 2014", que ha presentado hoy la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (Secpre) y que ha elaborado a partir de una encuesta a cirujanos plásticos y responsables de hospitales y centros sanitarios.
Las mujeres continúan siendo las que más recurren a las intervenciones estéticas: el 87,8 por ciento frente al 12,2 por ciento de los hombres.
El estudio, con datos de 2013, es una actualización de otro similar presentado en 2010, año en el que la liposucción era la intervención estética más practicada; sin embargo, ahora es el aumento de mamas, que representa el 24,8 por ciento del total (16.111) de las 65.000 operaciones plásticas realizadas.
Tanto el presidente de la Secpre, Miguel Chamosa, como la secretaria general, Marta García, han coincidido en señalar que en el aumento de estas intervenciones influye "relativamente" las realizadas a causa de las prótesis mamarias defectuosas PIP, apartadas del mercado en 2010, pero que, sobre todo, se debe al deseo de las mujeres de agrandar sus pechos.
La liposucción representa el 18,1 por ciento de las operaciones (11.803), seguida de la blefaroplastia (o cirugía de párpados), que supone el 10,1 por ciento (6.581); los rellenos con grasa autóloga (extraída de otra parte del cuerpo del propio paciente), que son el 6,9 por ciento (4.494); la rinoplastia, el 6,7 por ciento (4.362), y la intervención consistente en el aumento de mamas y su elevación, que abarca el 6,1 por ciento (3.970).
El que la mayoría de las operaciones sean realizadas a mujeres explica que el aumento de pechos encabece la clasificación de las operaciones estéticas más realizadas, ya que es la más demandada por ellas, con un 28,2 por ciento.
A continuación, las mujeres optan por la liposucción (17,7 por ciento), la blefaroplastia (9,2 por ciento), el aumento y la elevación de las mamas (6,9 por ciento) y la abdominoplastia (6,2 por ciento).
En el caso de los hombres, la operación más demandada es la liposucción (21,1 por ciento), seguida de la blefaroplastia (16,5 por ciento), la rinoplastia (14,2 por ciento), la ginecomastia -reducción o extirpación de una o ambas glándulas mamarias por un aumento de tamaño, generalmente por causas desconocidas- (13,1 por ciento) y la otoplastia (9 por ciento).
Según la encuesta, el 1,3 por ciento de las operaciones estéticas corresponden a menores de edad y casi la mitad de ellas, el 46,5 por ciento, son otoplastias.
Marta García ha explicado que la remodelación de las orejas o la reducción de su tamaño en los menores de edad se llevan a cabo siempre que exista un informe clínico que señale la conveniencia de ésta y cuando los propios paciente lo demanden.
García ha reconocido que el tema de la cirugía estética en menores es "controvertido" siempre que no se trate de intervenciones correctora como las relativas a las malformaciones congénitas.
En cuanto a los adultos, la franja de población comprendida entre los 30 y 44 años es la que más recurre a la cirugía estética, con un 42,2 por ciento de las operaciones.
El aumento de mamas y la liposucción son las más demandas entre los 18 y 44 años, y a partir de los 45, la blefaroplastia encabeza la clasificación, seguida también de la lipouscción, en tanto que el "lifting" facial empieza a ganar la batalla a partir de los 60 años, al situarse en la tercera posición.
Chamosa ha subrayado que en 2013 disminuyó entre un 15 y un 18 por ciento el número de las intervenciones estéticas por la crisis económica, pero también por el intrusismo profesional, por lo que ha reclamado una ley para que sólo los profesionales con la titulación oficial de especialistas en cirugía plástica, estética y reparadora puedan realizar las operaciones.
Asimismo, la secretaria general de la Secpre ha reivindicado más servicios de cirugía plástica en el sistema público de salud.