DONOSTIa - Una menor donostiarra víctima de acoso escolar ha intentado quitarse la vida por tres veces, según recoge la memoria de la Fiscalía de Gipuzkoa. El año pasado se registraron en este territorio cinco denuncias por acoso escolar y bullying a menores, cuatro menos que el año anterior, aunque en uno de los casos una de las víctimas se intentó suicidar en tres ocasiones. Además, constan también 18 denuncias relacionadas con las redes sociales, la mayoría por insultos y amenazas a través de Tuenti o WhatsApp, de las que únicamente siete dieron lugar a la incoación de expedientes. Una de las denuncias por acoso escolar afectaba a dos jóvenes, a las que “se vejaba por su condición anoréxica”, una de las cuales intentó suicidarse mediante la ingesta de pastillas la primera vez, y en otra ocasión, tras declarar ante la Fiscalía, trató de arrojarse al río desde un puente.
Las diligencias previas de este caso se archivaron “por no quedar suficientemente acreditados los hechos, aunque todo apuntaba a su existencia (insultos, amenazas y aislamiento en el ámbito escolar)”, señala el informe, que se ha conocido esta semana, y que hoy coincide con el décimo aniversario del suicidio de Jokin Zeberio en Hondarribia, víctima del acoso escolar.
“El hecho de que no hubiese testigos directos de tales incidentes, unido a la personalidad frágil de ambas víctimas, aconsejó adoptar la resolución indicada, dado que de haber habido juicio el resultado probatorio hubiese sido nulo en atención a los expuesto”, precisa. Este mismo año, agrega la Fiscalía, ha entrado otro expediente en el que figura que la misma chica ha intentado suicidarse de nuevo mediante la ingesta de pastillas a causas de los insultos y amenazas de los que al parecer es objeto en las redes sociales por parte de otras jóvenes.
La Fiscalía menciona también otro caso de bullying, esta vez en el centro de menores Azpilikueta de la Diputación Foral, donde tres jóvenes obligaron a ingerir comida de perro a otro compañero de piso con “un grado importante de minusvalía”. La escena, en que se oía decir “tonto, niño de mierda, mira cómo come, voy a potar, qué vídeo más bueno para YouTube”, fue grabada con el teléfono móvil de uno de ellos y subida a esa plataforma de Internet.
Hay otro expediente relacionado con el caso de un chico al que otros jóvenes rompieron los frenos de la bicicleta y sufrió un accidente de “gran gravedad” que le mantuvo ingresado varios días en la UVI. Los hechos ocurrieron en junio de 2012, pero la causa sigue “viva” por “la tardanza del perjudicado en curar”.
De los siete expedientes incoados por insultos y amenazas en las redes sociales, el de “mayor relevancia”, destaca la Fiscalía, es el de un menor de 14 años que fue atado a un árbol, al que intentaron bajar los pantalones y grabaron un vídeo que fue difundido por WhatsApp. - Efe