ARRIGORRIAGA. Pablo Egiluz ha intervenido esta tarde en el IV Encuentro Técnico sobre Personas Desaparecidas en Arrigorriaga, en una mesa redonda en la que también han tomado parte entre otros Sergio Lázaro, hermano de Borja Lázaro, desaparecido el 7 de enero en Colombia.

"Estamos hechos polvo, pero tenemos que currar", ha recalcado Egiluz, quien ha agradecido el gran apoyo social que ha encontrado en el municipio de Galdakao para tratar de dar con el paradero de Hodei y ha afirmado que, gracias al cariño de la gente, se hace "más llevadero" el "dolor" que siente su familia.

Pablo Egiluz ha señalado que, cuando se pierde un hijo, nadie tiene "un protocolo" que le indique cómo actuar, por lo que "hay que ir improvisando" y ha manifestado que "las leyes están sin hacer" y "los políticos, si no se les empuja, están en otra cosa".

Ha explicado que es muy importante en las labores de búsqueda de una persona desaparecida el trabajo de los integrantes de ONG, porque "llegan donde la policía no puede llegar nunca".

También ha destacado que, un mes después de la desaparición de Hodei, se dieron cuenta de que la fotografía de su hijo no había llegado a los barrios de Amberes y que incluso no había sido recibida por las policías locales de Holanda, pese a que había sido trasladada a la Europol.

"Está muy bien que la foto esté en Europol, pero de allí tiene que ir a las policías locales. Que el policía local, cuando sale a patrullar, que vaya buscándole, que lleven su foto y, si ve a alguien parecido, que lo recoja", ha recalcado.

Sergio Lázaro ha apuntado que, en un principio, la desaparición de su hermano supuso una "vorágine", pero ha lamentado que con el paso de las semanas el tema se ha ido enfriando. "Ya los políticos no nos llaman tanto", ha lamentado.

Lázaro ha explicado que, al ser su hermano de Gasteiz, una ciudad más grande que Galdakao, su desaparición no ha suscitado tanto apoyo entre los vecinos.

En cualquier caso, ha explicado que su familia no puede desplazarse hasta Colombia para reclamar en este país la búsqueda de su hermano, por lo que deben "confiar en la policía".

También ha destacado que ha denunciado la desaparición de su hermano a Cruz Roja y a Reporteros Sin Fronteras, porque su paradero se ha perdido "en una zona complicada y la policía no se puede infiltrar en ciertas zonas, pero las ONG sí pueden".

Juan Luis Ibarra ha señalado que la revisión de la Ley del Derecho Civil Foral Vasco ofrece una ocasión "interesantísma" para poder ayudar a los familiares de personas desaparecidas.

Ha recordado que los familiares de estas personas carecen de algunos derechos procesales como la posibilidad de acceder al atestado o, en el caso de personarse en procedimientos penales, deben afrontar gastos judiciales que otras víctimas tienen cubiertos.

Ibarra ha destacado que los familiares de las personas desaparecidas no son consideradas como víctimas por el Ministerio de Justicia, lo que les veta el acceso a una serie de recursos, como el apoyo psicológico.

El presidente del TSJPV ha afirmado que existe un "deber constitucional" relacionado con la seguridad pública, que compromete tanto a las policías como a las instituciones, en la obligación de buscar a la persona desaparecida sin causa aparente "por tiempo indeterminado" y hasta que se le encuentre vivo o muerto.

Sobre la posibilidad de impulsar medidas legislativas de apoyo a este colectivo, Erkoreka ha manifestado que podría estudiarse en el Parlamento Vasco, si bien ha señalado que "es un tema complejo", que requiere "compromisos personales, sociales e institucionales" y que plantea "grandes desafíos".

"La principal responsabilidad de las instituciones es procurar que las familias que están viviendo este drama no estén desamparadas y también un desafío colectivo: que en ningún caso nos quede la impresión de que no hemos hecho todo lo posible", ha manifestado.

Erkoreka ha recordado que, en una sociedad globalizada, las desapariciones pueden producirse en cualquier continente, lo que "multiplica los problemas" para gestionar las búsquedas con mecanismos centralizados y hace que los esfuerzos de coordinación tengan que aumentar.

Erkoreka ha reconocido que en el caso de Hodei la representación del Ejecutivo vasco en Bruselas está desarrollando una labor de colaboración "importantísima" con las autoridades locales para tratar de dar con su paradero.

En una intervención posterior, el fiscal superior del País Vasco, Juan Calparsoro, ha defendido que ante una desaparición, "la Justicia tiene que ser cercana a las víctimas y tiene que ser rápida", de forma que se interpreten de manera adecuada las garantías procesales.

Como ejemplo, ha puesto la Ley de Protección de Datos, que "está prevista para una situación normal, pero ante una desaparición, que es excepcional, baja mucho su nivel de vigencia".