Baiona. Euskaltzaindia afronta hoy uno de los plenos más delicados de su historia. La asamblea, que tendrá lugar en el Museo Vasco de Baiona (10.00 horas), estará condicionada por la dimisión presentada el 2 de diciembre por la Comisión de Gramática, que entonces aseguró sentirse "desautorizada" por la propia Academia, tras ver cómo varias de sus propuestas eran rechazadas por la mayoría. Tras el abandono, la semana pasada, de Céline Maunole, tan solo quedan dos miembros de la citada comisión que no han renunciado aún a su cargo de forma oficial, Pascual Rekalde y Piarres Xarriton. El resto ya ha respaldado la decisión, que fue tomada el viernes y presentada el primer lunes de diciembre, coincidiendo con el Día del Euskera.
El pleno general de hoy servirá, entre otras cosas, para definir el calendario de asambleas de 2014 y para despejar dudas sobre las diferencias que existen entre la dirección de Euskaltzaindia y la Comisión de Gramática, divergencias que radican, sobre todo, en el funcionamiento de la propia Academia. "Que nadie vea en este gesto ningún atisbo de guerra de poderes ni de enfrentamiento político entre miembros de la Academia", ha recalcado en repetidas ocasiones el presidente dimisionario de la comisión, Pello Salaburu. Lo que sí se cuestiona es la articulación de ciertas decisiones que han irritado a los miembros de la Comisión de Gramática, una de las secciones troncales dentro del extenso de la Academia vasca.
Programa de trabajo Las desavenencias se remontan al mes de marzo, fecha en la que la Comisión de Gramática presentó su programa de trabajo que abarca el ciclo comprendido entre los años 2013 y 2016. Al mes siguiente, este programa recibió varias observaciones de manos de un miembro de la Academia, notas que poco a poco se fueron concretando pero que no fueron discutidas hasta septiembre. En esa sesión plenaria se constataron ya las diferencias entre unos planteamientos y otros, divergencias que planeaban en torno a proyectos concretos: por un lado, la Comisión de Gramática propuso reducir a uno o a dos tomos el material de gramática recopilado en los últimos 30 años, y esta iniciativa fue rechazada por el pleno; en su lugar se aprobó otra que defendía que había que publicar cuanto antes una gramática breve y manejable, al estilo de la publicada por la Real Academia Española en 2011. Y hubo un segundo motivo que enojó aún más a los miembros de la comisión: la decisión expuesta por la Academia de encargar este trabajo "más manejable" a un comité ajeno a la propia comisión.
Todas estas propuestas se votaron definitivamente en el pleno del día 29 de noviembre, que aconteció en Zarautz, donde las ideas de la Comisión de Gramática fueron desestimadas. Ese mismo viernes, once miembros de la comisión decidieron dimitir, aunque no lo comunicaron a Euskaltzaindia hasta el lunes, día 2 de diciembre. En su momento, el presidente de la Academia, Andrés Urrutia, restó importancia al incidente. "Es normal que haya discrepancias en una institución que tiene más de 95 años", apuntó, a la vez que expresaba su confianza en que todo pudiera reconducirse, cosa poco probable, a tenor de los pocos avances que se han dado en las últimas semanas. "Desde que presentamos la dimisión, no hemos mantenido ningún contacto con los miembros de la Junta de Gobierno de Euskaltzaindia", ha dicho Salaburu al respecto. Pero Urrutia ya aventuró por aquellas fechas la postura de la Academia, y lo hizo de forma escueta y clara: "El pleno es el que tiene la soberanía en Euskaltzaindia y el que toma las decisiones".
La jornada de hoy servirá también para rendir tributo a los académicos fallecidos este año: el expresidente de la Academia, Jean Haritschelhar, y la académica de honor Karmele Rotaetxe. Euskaltzaindia homenajeará hoy a Haritschelhar y Rotaetxe será recordada a primeros de 2014. El homenaje a la figura del de Baigorri tendrá lugar en el Ayuntamiento de Baiona, a partir de las 15.00 horas.