BILBAO. En 2011 el promedio de hijos se situó en 1,3, muy lejos de los 2,7 hijos de media obtenidos en 1975 y de los 2,1 necesarios para el relevo generacional.

De estos datos se deduce que las vascas tendrán de media 0,76 primeros hijos, es decir que una cuarta parte de ellas no tendrá ninguno.

La media de segundos hijos se sitúa en 0,5 y apenas una de cada diez mujeres alumbrará un tercero, lo que supone un descenso de más del 90 % con respecto a 1975.

La edad media de la maternidad es de 32 años, 3,8 años más tardía que en 1975, y además hay una fuerte concentración de alumbramientos en torno a esta edad.

El descenso de la nupcialidad también es significativo, ya que si se mantiene la situación de 2011 el porcentaje de solteros que acabaría por casarse sería del 49,3 % de los hombres y del 54,5 % de las mujeres, lo que significa que más de la mitad de los varones se quedarían solteros al igual que algo más del 45 % de las mujeres.

Esta situación está muy lejos de la que se daba hace 35 años, cuando prácticamente el 100 % de las personas acababan casándose.

Respecto a la esperanza de vida, el Eustat prevé que un varón recién nacido en Euskadi vivirá casi 79 años y una mujer alcanzará los 85,4, mientras que hace 35 años la edad media era de 69,6 años para los hombres y 76,9 para las mujeres.

Además la diferencia entre las esperanzas de vida de ambos sexos se ha reducido a 6,6 años, frente a los 8,7 de hace 20 años.

Sin embargo, pocos son los países desarrollados que tienen una esperanza de vida tan alta como en Euskadi, sobre todo en el caso de las mujeres.

La esperanza de vida femenina es idéntica a la de España y supera la de Alemania y la de la Unión Europea en su conjunto (83,2 años), aunque es ligeramente inferior a la de Francia (85,7 años).

La de los hombres también supera a la Unión Europea (77,4) y Alemania (78,4), pero se sitúa 1 año por debajo de la española (79,4 años).

Respecto a las amenazas que reducen la esperanza de vida en Euskadi, los tumores constituyen la principal causa. De hecho, si se consiguiera eliminar totalmente el cáncer, los hombres prolongarían su vida casi 5 años y las mujeres 3.

Sobre las emigraciones, el Eustat constata que los vascos hacen 2,5 emigraciones a lo largo de su vida, generalmente dentro de su misma provincia.

Respecto a los traslados dentro del propio municipio, la que presenta mayor movilidad es la población alavesa, con 6,4 movimientos de media, y la que menos la guipuzcoana.

Si se suman las emigraciones a los cambios de domicilio, un ciudadano vasco cambiará de residencia ocho veces a lo largo de su vida, ya sea dentro de su municipio o fuera de él.