Descubrir qué le ocurrió la fatídica madrugada del pasado 19 de octubre a Hodei Egiluz sigue siendo de la "máxima prioridad" para la policía federal belga y la fiscalía de Amberes. Aunque tres semanas después de la desaparición de este joven vizcaíno, admiten no saber con certeza lo que ocurrió esa noche insisten en que tienen indicios que apuntan a que hubo un acto "criminal" y que "algo malo le ocurrió". Por eso, aunque ya rastrearon sin resultado el pasado martes la marina situada en los muelles Willem y Bonaparte, una de las últimas zonas donde consiguen situar al joven ingeniero informático, no descartan volver a hacerlo cuando las corrientes y la climatología lo permitan o la juez que lidera el caso lo considere oportuno.
Representantes de la Fiscalía y la Policía federal comparecieron ayer por primera vez para hacer balance de un caso que definen de "inquietante", que sigue por orden de la jueza de instrucción y como en todas las investigaciones criminales bajo secreto de sumario y del que todavía solo confirman datos con cuentagotas. "Pensamos que dar determinados detalles puede dificultar la investigación y puede ser muy doloroso para la familia de Hodei leerlo en la prensa", explicó con prudencia el portavoz de la fiscalía, Paul Van Tigchelt, quien explicó que mantienen permanentemente informada a la familia, que sigue en Amberes.
Flanqueado por varios miembros de la policía judicial federal, Van Tigchelt explicó que desde el momento en que fue denunciada la desaparición se consideró inquietante y por eso se nombró a una jueza para liderar la investigación. Lo que no confirmó son las hipótesis de trabajo -sí admiten que tienen "razones para pensar que hay algo criminal y que algo malo le ocurrió a Hodei"- y cuántas personas están detenidas. "Solo puedo decir que hay varias personas" y que "han sido arrestadas porque de una forma u otra están conectadas con Hodei o con sus posesiones personales", dijo sin precisar si son cinco, cuatro adultos y una menor, como ha apuntado la prensa local.
conectados con bienes de hodei Entre ellos están un joven de 25 años, Mohamed Yasser, detenido por estar en posesión de la tarjeta de crédito de Hodei, con la que intentó sacar dinero en un cajero, y una mujer de 45 años, Carmen T, a quien se le encontró el móvil del joven y que alegó haberlo comprado por 60 euros. A ambos se les imputa un delito de posesión de bienes robados y están en prisión provisional por orden del juez, que revisará la situación cada 30 días. "Están conectados con bienes de Hodei. Pensamos que en la noche de su desaparición o bien le vieron, o bien cogieron sus bienes", precisó Van Tigchelt.
En todo caso, "ninguna de estas personas nos ha contado todavía lo que le ocurrió a Hodei o donde está. No pueden decírnoslo o no quieren. Esperamos, aunque no podemos prever el futuro, que un día Hodei nos acerque a la verdad", explicó. De momento, siguen tratando de reconstruir minuto a minuto la fatídica noche, buscando pistas de forma sistemática y minuciosa. Desde que se despidió de sus amigos delante de la freiduría Número 1, en la esquina entre las calles Sukerrei y Hoogstraat, hasta que fue visto por última ver en la zona del Brouwersvliet, a unos quince minutos a pie. "Hacemos todo lo posible para saber qué ocurrió", explicó Johan Meulepas, de la policía judicial federal.
De ahí que buscarlo en el río Escalda el pasado martes fuera un paso lógico en la investigación. "Era lógico rastrear los muelles", "es posible que lo volvamos a hacer pero no puedo confirmar cuándo será", precisó Van Tigchelt. Todo dependerá, añadió, de las condiciones en el río y de si hay elementos que apunten a que es necesario volverlo a buscar allí. Lo único que no se plantean es darse por vencidos. "Para los que trabajamos en el caso no es una opción no encontrar a Hodei", advirtió.