Bilbao. El grupo de transportistas que permanece en Sierra Leona desde hace nueve meses, entre los que se encuentra el santurtziarra Luis María Huerta Molón, ya ha recuperado sus pasaportes, lo que les permitiría salir del país. Sin embargo, el grupo de trabajadores asegura que no regresará a casa hasta que no les sean devueltos sus camiones.
Así lo ha comunicado a DNA la familia de Luis María Huerta: "Sin los camiones no quieren volver. Nosotros tenemos una hipoteca de 50.000 euros con el camión. Si vuelve sin él, ¿qué hacemos con esa deuda y sin la herramienta de trabajo?".
Los seis trabajadores se desplazaron a Sierra Leona con un contrato de trabajo, aunque una vez allí no les abonaron el salario, y les retiraron los pasaportes y sus camiones. Además, les denunciaron cuando intentaron trabajar para otra empresa que operaba en el país. Los transportistas sostienen que se vieron "abandonados" en la aduana de Freetown (Sierra Leona) después de que la empresa que los contrató se desentendiera de ellos tras los desacuerdos que tuvo con la firma de Sierra Leona con la que pretendía asociarse.
Por otro lado, fuentes diplomáticas españolas aseguran que los camioneros no están privados de libertad, y han añadido que la Embajada ha realizado distintas gestiones para que les devuelvan los pasaportes. Las mismas fuentes subrayan que se ha prestado desde hace meses asistencia consular a los camioneros y que incluso se les ofreció un salvoconducto para poder regresar a España y que el embajador, que reside en Abidjan (Costa de Marfil), se ha desplazado varias veces hasta Freetown.
Sin embargo, según los familiares, ahora ya cuentan con los pasaportes y los papeles en regla y pueden moverse por el país sin que los detengan. "Les mandábamos dinero para que comieran y tenían que ir acompañados con un policía, porque al no tener documentación, podían detenerlos", asegura Mari Carmen Crespo, esposa del santurtziarra.
Ahora, a pesar de ya contar con los pasaportes para poder regresar a casa, los transportistas han decidido no regresar hasta que les sean devueltos sus camiones. "Esto está siendo realmente duro", afirma Crespo. "Vamos a esperar un poco, a dar un margen de tiempo y a ver qué pasa en un par de semanas, pero cuando ellos den el aviso, empezaremos a movernos desde aquí y daremos una nueva voz de alarma", indica.
Asimismo los familiares del vizcaíno aseguran que ya han anunciado a los medios de que los transportistas no tienen dinero y que "casi no pueden ni pagarse la habitación". "El Gobierno no nos ha mandado ayuda. El ayuntamiento de León organizará una fiesta para recaudar fondos, pero los altos cargos ni nos han llamado, y eso que anunciamos que no tenían ni para comer. Está claro que quieren quedarse con los camiones", añaden.